Hezonja lidera a un Real Madrid irreductible en Belgrado

Poca oposición encontró el Madrid en un Estrella Roja excesivamente dependiente de Milos Teodosic. Bien lo sabía Mateo, que ordenó una defensa férrea sobre la figura rival, que aún así fue el mejor de los suyos, el único capaz de sostener a su equipo en un segundo cuarto infernal en el que el Madrid decidió la suerte del partido.

Antes de eso, el Estrella Roja soñó apenas por unos minutos con doblegar al líder. Fue en un inicio espectacular abrazado al acierto de Hanga y Mitrovic (7-0), en una sangría detenida con un triple de Eli Ndiaye. Tres minutos tardó el equipo blanco en anotar sus primeros puntos, y aún bastante más en ponerse por delante en el marcador por primera vez. Fue casi al final del primer cuarto, cuando Tavares empezó a imponerse de verdad a Bolomboy y Tobey.

La dirección y el acierto en el triple de Sergio Rodríguez, más la fortaleza de Poirier y Hezonja, llevaron al Madrid en el segundo cuarto a alcanzar 15 puntos de diferencia al llegar al descanso. La reacción de los locales era ya una quimera. Cualquier tímida reacción del Estrella Roja, lastrada por su poco acierto desde la línea de tres, era cercenada de inmediato. Hezonja, un dolor de muelas continuo, siguió mejorando sus estadísticas en la reanudación, donde el Madrid siguió apretando hasta que supo que su victoria ya no corría peligro. Solo entonces logró relajarse algo –cuatro minutos sin anotar– para permitir la victoria parcial del dolido Estrella Roja en el último cuarto. No era cuestión de forzar, y más teniendo en cuenta que mañana mismo el Madrid afrontará otro duelo de altura ante el Partizan, el otro equipo de Belgrado.