Victoria coral de un Barça con más gasolina y acierto

La novedad en los quintetos iniciales estuvo en la figura de Vesely para ejercer de falso pivote. Su objetivo, sacar de la pintura a Tavares, pero el caboverdiano empezó imparable. Nueve puntos de los 23 blancos en los primeros diez minutos llevaron su firma.

Los blancos comenzaron con un parcial de 0-6 gracias a un triple de Williams-Goss y un dos más uno de Edy, pero se fueron al segundo cuarto cinco abajo (28-23). Un +11 para los azulgranas cimentado en el tiro exterior, con cuatro de seis en triples, tres de ellos para Sanli, un 100% de acierto para el turco. De Mirotic, nada. Cero puntos y al banco a los seis minutos de juego. La atronadora ovación que se llevó en la presentación de los equipos tardó en espolear a la estrella azulgrana, que ya enfila la puerta de salida.

Los pitos se los llevó Yabusele. Después de los lamentables gritos de asesino que recibió ante el Joventut, había expectación por ver cómo recibía la afición culé al jugador blanco. Afortunadamente, lo de Badalona empezó y murió allí.

El elevado nivel de acierto continuó en el segundo cuarto. Cada ataque era igual a una canasta. Baloncesto ofensivo, entretenido, de ida y vuelta, que hacía las delicias del Palau. No tanto el arbitraje. A falta de 3.40 para el descanso, cinco faltas para el Barcelona y ninguna para el Madrid, lo que tenía desquiciado a Jasikevicius, que se ganó a pulso la técnica tras varias airadas y consecutivas protestas.

Fue justo después de la primera y única canasta de Mirotic, cuya primera parte quedó en dos puntos, dos rebotes y una asistencia. Pobres registros que chocaban con los de Tavares, de nuevo determinante en los blancos. cuatro puntos más, quince en total en estos primeros veinte minutos.

La primera falta blanca del segundo cuarto llegó a falta de dos minutos, obra de Llull. Celebrada con júbilo por la grada, pero silenciada en la siguiente jugada por el propio Sergio. Triplazo desde siete metros para volver a poner por delante al Madrid (44-45). Los de Chus Mateo, con Llull, el Chacho y Rudy en cancha habían levantado ocho puntos en contra y Hezonja, con una canasta a la media vuelta sobre la bocina, puso el 47-50 definitivo del primer acto. Proyección de cien puntos en ambos equipos, más por el acierto ofensivo que por pereza defensiva. Muñeca en estado de gracias en ambos equipos.

Lo que no parecía humano era mantener este nivel, y así fue en el tercer cuarto, parcial de 16-10 para el Barcelona. Los triples ya no tocaban red en el Barça y el Madrid erraba lanzamientos fáciles. Partido más embarrado, espeso. Imprecisiones y tomas de decisiones erróneas, lógico tras la exhibición de la primera parte.

Los primeros tiros libres de todo el partido para los azulgranas los llevó al marcador Laprovittola, a falta de 4.35. Dos puntos más de Da Silva le dieron la vuelta al marcador segundos después (56-54). Sería un campo atrás de Yabusele el que provocara la reacción de Chus Mateo. Hezonja al campo y triple del croata para romper la sequía blanca. Satoransky le contestó con otros tres para cerrar el cuarto dos arriba (63-61).

De ahí ya no se movió el Barcelona hasta el triunfo final. Una técnica a Chus Mateo tras una pérdida en ataque de Llull puso al Barça diez arriba (74-64), ventaja el Madrid disminuyó hasta cuatro con un triple del Chacho y un dos más uno de Llull, pero los blancos, más fatigados que el Barça, y con Tavares renqueante por sus problemas en tendón rotuliano de su pierna izquierda, no tenían el acierto ni la gasolina para darle la vuelta. Justo lo que le sobraba a un Barça espoleado por el Palau y por los triples de Laprovittola y Satoransky. También por Mirotic, que mejoró notablemente sus números definitivos: 12 puntos y siete rebotes. El Barça golpea primero.