El Barça va de palo en palo

El superproyecto que ha construido Ibon Navarro en la Costa del Sol no tiene parangón, la fluidez del balón es envidiable y todos los jugadores saben cuándo asumir riesgos, cuál es su papel. Todo lo contrario que el Barça, que tiene una calidad espectacular en su plantilla pero juega sin ton ni son, a rachas, incluso con miedo.

Tras el drama del pasado miércoles, quiso Jabari Parker arropar a sus compañeros. El alero estadounidense, que tuvo una noche nefasta en el lanzamiento contra el Olympiacos, avasalló al Unicaja con 13 puntos en poco más de seis minutos, canastas de todos los colores que permitieron a los azulgranas construir una sólida ventaja a las primeras de cambio.

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Era muy fluido el juego local, fantástico Brizuela ante sus excompañeros, pero no conseguía atemorizar al Unicaja, todo un campeón europeo que poco a poco, gracias a su punzante juego coral, se iba acercando en el marcador. El Barça se centró en suministrar balones a Hernangómez, pero ni el madrileño estaba demasiado fino ni los pases de sus compañeros eran competentes.

Las pérdidas se acumularon y los andaluces volaron gracias al acierto de Tyson Carter, que remató la primera mitad con 12 puntos. Le siguió su compatriota Kameron Taylor con un mate de concurso sobre Joel Parra, pero cuando parecía que el Unicaja estaba listo para el sorpasso, un par de genialidades de Ricky Rubio permitieron al Barça llegar al intermedio con una ventaja de tres puntos.

Aunque los despistes defensivos de los locales llegaban a ser groseros, y el hacer de Hernangómez era errático a más no poder, las acciones individuales de hombres como Kalinic, Vesely o Rubio sí les permitían seguir a flote. Pero el Unicaja ya había desplegado todo su arsenal, delicioso su baloncesto, listo para embestir al Barça en el último cuarto.

El balón volaba de un lado para otro sin que los azulgranas se enterasen, las canastas caían en su contra de forma regular, y solo el orgullo propio de algunos de sus jugadores evitaba el descalabro. Jokubaitis y Parker, con un triple cada uno, pusieron al Barça con dos puntos por encima a falta de cinco minutos del final.

El intercambio de golpes fue genial, grandes acciones para colorear un último acto de los más apretado. Otro triple espectacular de Parker dio esperanzas a los catalanes, pero la réplica de Kalinoski, todavía más impresionante que el de su compatriota, devolvió el liderato al Unicaja.

Dos tiros libres de Satoransky y una bandeja de Perry dibujaron el último escenario. Con ocho segundos de partido para el cierre y el balón en manos del Barça, Parker asumió galones, penetró con mucha oposición y se llevó un tapón de Ejim que certificó el triunfo de los malagueños.