NBA
El traspaso no deseado que le salvó la vida a LeVert
El exjugador de los Nets, pieza de intercambio para la llegada de Harden a Brooklyn, ha visto cómo esa operación ha mejorado su destino
Fotografía de archivo de Caris LeVert
Es habitual que los jugadores de la NBA se quejen cuando son traspasados. Pocas veces se tiene en cuenta su opinión y su destino no es siempre el deseado. Fue el caso, por ejemplo, de Ricky Rubio el pasado verano, cuando los Suns le enviaron a Oklahoma City ... dejándole sin opciones de luchar por los playoffs y ha sido también el de Caris LeVert , que comenzó la temporada en los todopoderosos Nets, aspirantes a todo, para acabar siendo pieza de cambio en la megaoperación que llevó a James Harden hasta Brooklyn . Cambiar la Gran Manzana por Indianapolis no es el sueño dorado para ningún jugador y tampoco lo era para LeVert, que nunca imaginó cómo ese traspaso que tanto le enfadaba acabaría por ser clave para salvarle la vida .
Resignado, como muchos otros de los implicados en el intercambio, LeVert puso rumbo a su nueva franquicia, donde confiaba en hacerse un hueco tras pasar el rutinario reconocimiento médico. La sorpresa llegó en ese control sanitario, un trámite en la mayoría de los casos, en el que le detectaron un quiste maligno en el riñón izquierdo. « No tenía ningún síntoma. Estaba jugando partidos sin problemas. De hecho, no me había perdido ninguno en toda la temporada. Me sentía al cien por cien», reconocía el jugador poco después de conocer su enfermedad.
La misma no puso en peligro la operación, pues los Pacers decidieron aceptar el traspaso y continuar adelante con el tratamiento de LeVert , que fue operado ayer y que estará de baja por un tiempo indefinido. « El traspaso mostró lo que estaba pasando en mi cuerpo y ahora lo veo de otra forma , con más humildad, pues creo que de alguna forma me ha salvado la vida a largo plazo», expresaba el alero, que este año promediaba 18 puntos por partido.
Una vida llena de infortunios
La intervención para extirparle el quiste fue un éxito porque el cáncer no se había extendido y no se espera que tenga que recibir ningún tratamiento adicional. « Ahora, lo más importante para mí es tener una vida larga, más que el baloncesto . Obviamente, quiero jugar lo antes posible, pero tengo que estar seguro de encontrarme bien de salud antes de hacerlo», sentenciaba estos días a los medios.
No es la primera vez que la vida le da un golpe a LeVert, que con 15 años tuvo que lidiar con la muerte de su padre, al que encontró en la cama sin vida tras un paro cardíaco . Además, su madre Kim tiene esclerosis múltiple. «Siempre trato de sacar lo positivo de cada situación. Es algo que ella me ha enseñado», apunta el joven jugador, que tiene en la fe uno de sus grandes pilares vitales.
El infortunio de LeVert no se acaba ahí, pues hace dos años, cuando empezaba a despuntar en la NBA, sufrió una de las lesiones más dolorosas que se han visto en los últimos años en la liga . Una rotura y dislocación de la articulación de la pierna derecha. Nada de eso importó en los Pacers, donde están convencidos de su potencial. De hecho, ellos fueron los que lo eligieron en el número 20 del draft de 2016, aunque tuvieron que traspasarlo a los Nets.
Ahora, de nuevo de vuelta a los orígenes, Indiana ha arropado al jugador y confía en que sea uno de los líderes de la franquicia en el futuro. «Es un fuera de serie dentro de la cancha, pero fuera de ella es incluso mejor», señala Nate Bjorkgren , técnico del equipo. A LeVert le quedan por delante semanas de recuperación, pero sabe que el traspaso que nunca hubiera deseado le ha salvado la vida y estará agradecido a los Pacers durante el resto de sus días.
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