Sloukas aniquila a un buen Barça que rozó el asalto

Nadie ha ganado al Fenerbahçe en el Ulker y el Barça Lassa estuvo bien cerca de lograr la machada. Los blaugranas, que vieron cómo expulsaban a Pesic en el primer minuto, jugaron un gran partido y llegaron a tener 13 puntos de ventaja, manteniéndose con una renta cómoda en el segundo y tercer parcial. Pero el 36-21 del cuarto acto fue letal.

Fallaron las muñecas en ataque, hubo acciones clave como antideportivas en contra de Seraphin o Ribas y fallos incomprensibles en ambas canastas, y el que hubiera sido un excelente encuentro se quedó en muy bueno, pinchando en el momento crucial para irse con una segunda derrota consecutiva de Estambul, tras la de la jornada pasada ante Anadolu Efes.

De los momentos en que el Barça pudo haber cambiado el resultado final, quizá destaca el doble fallo de Thomas Heurtel y Ante Tomic tras coger el rebote ofensivo con 69-76 en el marcador, pues de ahí se pasó en el otro lado de la pista a un triple de Mahmutoglu, que apareció también al final para secundar el triunfo como escudero de Sloukas. Tras esa acción se acercaron en el marcador y Sloukas, tras darle la vuelta, ya lo celebró a sabiendas de que el partido era suyo.

El equipo blaugrana tuvo que lidiar con la temprana expulsión de su técnico, Svetislav Pesic, que se metió en la pista y detuvo al árbitro lituano Vilius para protestar enérgicamente una posible falta sobre Blazic no pitada. Ello sirvió de catapulta emocional a un Barça Lassa que estuvo muy serio, conjuntado, jugando de tú a tú al poderoso Fenerbahçe y sometiéndolo.

Pese a Ali Muhammed, pese a Luigi Datome, pese a un Jan Vesely al que anularon y secaron, el Barça Lassa aguantó el tipo con creces. Fenerbahçe perdió su ventaja en el 35-33 del segundo cuarto y no la recuperó hasta el 79-77 a falta de menos de dos minutos para el final. Entonces, Sloukas ya estaba 'on fire' y encendió con él a la grada, que respiró aliviada al ver que tampoco sería este viernes el día en que perdían en casa.

Al Barça seguramente le bastará con ganar los tres partidos en el Palau Blaugrana para ser quinto, pero esta derrota, que olía a victoria moral durante mucho tiempo, podría hacer daño ahora. Quizá hasta más que un tropiezo claro. El pulso acabó con ese 88-82 en la batalla de los tiros libres, pero el Barça Lassa estuvo mucho más cerca del triunfo en realidad. Y, de vuelta al Palau, debería usar lo bueno que hizo en este partido para ganar y volver a la senda positiva.