El Real Madrid anula al UCAM Murcia

Ioannis Bourousis dominó con claridad los tableros y el marcador siguió siendo un fiel reflejo de lo que sucedió en la pista, 22-6 (min.7,30). En ese momento el Real Madrid se desconectó del partido, dejó de defender y el UCAM Murcia encontró esa pizca de aire necesario para comenzar a carburar y acabar el primer cuarto con un 26-16. En el segundo periodo siguió la remontada murciana que se llegó a poner a 1 punto, 28-27 (min.12,10), momento en el que el Real Madrid volvió a ponerse en modo defensa.

El parcial de 12-0 (40-27, min. 15,30) volvió a demostrar la superioridad del Real Madrid. Pero en vez de seguir, el equipo de Pablo Laso volvió a desconectarse y el UCAM Murcia casi devolvió el parcial con un 0-10, 40-37 a falta de poco más de dos minutos para llegar al descanso con el que se llegó con un marcador de 42-41.

La bipolaridad del Real Madrid, capaz de lo mejor, si defiende y corre, y de lo peor, si mira a sus rivales en defensa, es la única explicación a un marcador igualado tras veinte minutos de juego, cuando en muchos momentos pareció que la diferencia pudo haber alcanzado proporciones estelares. Con el Madrid en 'off', la buena actuación de Raulzinho Neto y de Radovic permitió a los murcianos no volver la cara al partido y reengancharse cuando parecían tener todo perdido.

El paso por vestuarios, y la consiguiente reflexión de Laso a sus jugadores, motivaron que el Real Madrid saliera con la mejor de las actitudes y que de nuevo tomara otro tobogán para marcharse hasta un 66-46 (min.28), tras un parcial de 24-5. Con veinte puntos de ventaja el Madrid fue capaz de aguantar hasta el final del tercer cuarto y cerrarlo con un ya claro 70-49, tras un 28-8 de parcial sumamente esclarecedor.

El gran trabajo defensivo de Jonas Maciulis y su 4 de 4 en triples, también ayudaron bastante a este despegue ya definitivo del Real Madrid. El último cuarto sobró. El Madrid no levantó tanto el pie del acelerador y el UCAM Murcia ya no tuvo fuerzas para poner en apuros a los líderes, aunque Diego Ocampo, entrenador de los visitantes, lo intentó hasta el final con una zona presionante que no causó efectos, 82-58.