Fútbol

Royal Saint Gilloise, rival y curioso espejo bruselense del Atlético de Madrid

El Royal Saint Gilloise toma su nombre del barrio de Bruselas que hasta hace treinta años era precisamente la parte más española de la ciudad

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Un partido del Royal Saint Gilloise en la liga belga ABC

Enrique Serbeto

Corresponsal en Bruselas

Desde su época de gloria antes de la II guerra mundial, el club de fútbol Royal Saint Gilloise (USG) languidecía en las divisiones inferiores belgas y casi nadie recordaba ya aquellos 60 partidos consecutivos sin ser derrotados entre 1933 y 1935. En 2018 fue ... adquirido por Tony Bloom, un jugador de póker profesional británico que posee también el Brighton inglés y desde entonces no solo ha ascendido a la primera división belga sino que se ha convertido en el equipo de moda en Bruselas que moviliza también a una buena parte de los españoles que residen en la capital comunitaria. Este año participa por tercera vez en la Champions y por segunda ocasión ha entrado directamente en la fase de grupos. En esta ocasión le ha tocado por fin un partido contra uno de los grandes de la Liga española, el Atlético de Madrid, con el que precisamente comparte ciertos valores entre sus seguidores.

La Saint Gilloise toma su nombre del barrio de Saint Gilles de Bruselas que hasta hace treinta años era precisamente la parte más española de la ciudad, con sus bares y tabernas traídas por los emigrantes, la mayoría asturianos. Con el tiempo, una parte de ellos se disolvió en la sociedad belga y el resto regresó a España y el barrio perdió esa identidad festiva y casi mediterránea. Los modernos funcionarios europeos y sus familias eligieron otros barrios para vivir, pero Saint Gilles, con su imponente cárcel y su ayuntamiento decimonónico siguió siendo atractivo para muchos jóvenes españoles llegados en los últimos años a Bruselas.

El fulgurante ascenso de la USG ha convertido este equipo en un emblema para muchos de ellos. En su programa institucional se definen como un «club familiar» que «siempre ha sido un lugar donde se dan la bienvenida a aficionados de todos los orígenes». Lejos de cualquier nacionalismo (que en Bélgica abundan) en sus cánticos se reclaman sencillamente como el equipo de Bruselas, algo que no tendría nada de extraño si no se tiene en cuenta que el «grande» de la capital belga y de todo el país es el Anderlecht, el equipo que más veces ha ganado la «Proleague» y que acumula más participaciones europeas. En contraste, la USG, con la mitad de presupuesto que el Anderlecht, es considerada como una especie de «club del pueblo» y su coqueto estadio se encuentra en un bonito parque lleno de árboles y praderas, lejos de los brillos rutilantes de los gigantes del fútbol.

Para mayor agravio, el día del sorteo de la primera fase de esta Champions ha coincidido con la eliminación del Anderlecht en la Conference League, el último anclaje europeo que le quedaba esta temporada a este club. Mientras los «malvas» perdían sus opciones ante el AEK de Atenas, la USG se codeaba con los grandes del continente. El vuelco en el panorama futbolístico de Bruselas puede considerarse probablemente como histórico.

La guinda de este momento habría podido ser que el sorteo le hubiera permitido jugar con los de Simeone en Bruselas, en el estadio «Josep Marien» que recibe su nombre del que era presidente del club en 1933 y que falleció la mañana del derbi contra el desaparecido Racing Club de Bruselas. Por cierto que a pesar de todo, entonces el partido no fue suspendido, se jugó como estaba previsto ese mismo día y la USG ganó por 4 a 0.

Ahora, el partido contra el club con el que podría tener más paralelismos en términos sociológicos podría considerarse como una especie de consagración en la estadística deportiva entre las dos ciudades.

En términos de entrenadores, sin embargo, los paralelismos no pasan del hecho de que Sebastien Pocognoli, belga de nacimiento, comparte con Diego Simeone un apellido de origen italiano. Por lo demás, el joven director técnico de la USG (38 años) es un ex defensa del Standard de Lieja que inició apenas el año pasado su carrera como entrenador. Aunque si este cruce en Champions significa algo, tal vez anuncia una larga carrera en el mismo club, como la del hispano-argentino.

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