contragolpe

No pasa nada, el Atlético ya ganará en Burgo de Osma

«Al equipo de Simeone le queda mucho por mejorar si aspira a codearse con la aristocracia mundial»

Dilapidando a Riquelme

Los jugadores del Atlético, desolados tras la eliminación en el Mundial de Clubes Reuters

Victoria frente al Seattle Sounders por tres a uno, con doblete de un Barrios magnífico. Salvo al principio, el partido no fue bueno. Contra el Botafogo no quedaba otra que atacar desde el primer minuto, tarea a la que no está muy acostumbrado el equipo. ... Había que marcar tres goles para pasar, labor titánica ante un equipo brasileño que defiende de maravilla. Solo pudo anotar uno el Principito, pero cuando el partido ya andaba por los minutos finales y no se podían concebir grandes esperanzas. Para algunos, esas esperanzas se van desvaneciendo a medida que no llegan fichajes ilusionantes y se producen otras renovaciones.

El Mundial de Clubes era un campeonato nuevo y de máxima exigencia. Por decir algo positivo de haber caído a las primeras de cambio, se corría el riesgo de que el esfuerzo y la falta de descanso pasaran factura para lo que venía después. Tantos partidos sin solución de continuidad pueden acabar matando la gallina de los huevos de oro, porque los futbolistas no son máquinas, y sin una buena pretemporada, como las de antes en los Ángeles de San Rafael, es probable que el cansancio y las lesiones no tarden en aparecer.

Este Mundial ha sustituido a los bolos de verano por todo el mundo realizados en otros años o, en grande, a los antiguos Carranza, Colombino o Teresa Herrera que se jugaban antes del Memorial Jesús Gil que se hace ahora contra el Numancia (sin ánimo de ofender a nadie, obsérvese la diferencia de nivel de los antiguos trofeos veraniegos con respecto al actual). De lo que se trataba era de que el equipo se rodara y se pusiera a punto, sin hacer tampoco grandes esfuerzos. Y en las giras a países exóticos, de enriquecer 'la marca'.

Al Atleti le queda mucho por mejorar si aspira a codearse con la aristocracia mundial, ante la cual recordamos un poco a la campaña «siente un pobre en su mesa» de la película Plácido (ni que decir tiene que no somos precisamente el rico del pueblo). Por difícil que hubiera sido, apetecía más conquistar el Mundial que un nuevo Carranza. Pero no ha podido ser. Tendremos que conformarnos con ganar, un año más, en Burgo de Osma. Decía un escritor estadounidense que nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos. Acabamos de perder una más.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios