«No quiero someterme a un juicio paralelo popular»
Marta Domínguez afirma que se ha cometido «un gravísimo error» con ella, pero elude despejar dudas sobre puntos oscuros del sumario de la Galgo
MIGUEL ÁNGEL BARROSO
Media melena pintada de rubio platino, tez morena y mirada resuelta. Los disparos de las cámaras suenan a ametralladora. La sede del Comité Olímpico Español cuelga el cartel de «no hay billetes». «Ni Cristiano Ronaldo causa tal expectación», se oye en la sala donde Marta Domínguez ... comparece ante los medios después de quedar limpia de todo cargo por dopaje. Hace siete meses la Operación Galgo provocó que saltara a unas portadas que, dice, ni siquiera vio «porque me pasé tres días en la cama tras unas pruebas de embarazo, no por esconderme. La prensa tiene que informar, es su trabajo». Ahora quiere dar las gracias «a todos los que me han apoyado» , en especial su entorno y el presidente del COE, Alejandro Blanco. «No puedo decir que no he sufrido, sobre todo por mi familia. Yo soy fuerte, porque el deporte me ha dado una gran capacidad de sufrimiento y superación. Por eso sigo adelante. No sé qué ha pasado, salvo que se ha cometido un error gravísimo. Pero la vida sigue y no tiene sentido vivir del pasado. Tengo que recuperarme después de tener a mi hijo, y preparar los Juegos Olímpicos de Londres».
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La rueda de prensa se tensionó cuando las preguntas se encaminaron a algunos puntos oscuros del sumario de la Operación Galgo, como la relación de la palentina con algunos imputados —en especial Eufemiano Fuentes—; la bolsa de sangre aparecida en los registros de la Operación Puerto y marcada con el nombre de Urco —supuestamente el apelativo del perro del marido de Marta—; y las declaraciones de Alberto García a la Guardia Civil reconociendo que Domínguez le habría proporcionado sustancias prohibidas. «No me quiero someter a un juicio popular paralelo», señaló molesta la campeona del mundo de 3.000 obstáculos. «¿Acaso soy yo Urco? No, soy Marta Domínguez. A quien me pregunte de este asunto no le voy a contestar. Con Alberto García hablé en su día de aminoácidos, de vitaminas, no de productos prohibidos. De haberlos tomado hubiera dado positivo en los muchos test que me han realizado estos años».
Premio Príncipe de Asturias
No se siente víctima de una caza de brujas política (fue concejala de Deportes del Ayuntamiento de Palencia por el Partido Popular entre 2003 y 2007). «No soy política. Tengo mis ideas, pero no voy a hablar mal de nadie. Y me parece fenomenal que el PSOE de Palencia me proponga para el premio Príncipe de Asturias». El ex ministro del Interior y candidato del PSOE a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba , señaló a Onda Cero que está «encantado con que se haya hecho justicia» con la corredora. Además, dijo que no le «costaría nada disculparse» con ella, pero que no lo hará porque no se considera responsable del proceso, ya que él no es «ni guardia civil ni juez».
Su abogado, José Rodríguez, presente en la rueda de prensa, apuntó que «aunque la Operación Galgo quede cerrada para Marta, caben demandas por daños a su honor ». Otro frente abierto es la relación de la deportista con sus compañeros, algunos de los cuales han sido muy críticos con ella. «A pesar de lo que han dicho no voy a negar el saludo ni voy a pedir cuentas a nadie», confesó. «Todavía no he decidido si volveré a asumir la vicepresidencia de la Federación Española de Atletismo. Tengo la oferta del presidente, José María Odriozola, que esperó a que se resolvieran los problemas legales. Me ha comentado que lo que diga la juez va a misa». No está claro, sin embargo, que su técnico, César Pérez , pueda seguir planificando su trabajo. «César es mi entrenador, pero está imputado en la Galgo».
La corredora quedó exculpada hace unos días de suministro de fármacos sin receta a su compañero de entrenamiento, Eduardo Polo. En abril la magistrada que lleva el caso, Mercedes Pérez Barrios, acordó el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones relativas a la comisión de un supuesto delito de dopaje deportivo, y un mes después anuló las escuchas practicadas por la Guardia Civil a la atleta y otros implicados. En ese auto, en cambio, la juez expresó que «respecto a (...) Marta Domínguez, se observa una suerte de confusión entre las conductas sancionables en el ámbito deportivo y las conductas penales , pues efectivamente lo que se pone de manifiesto son las sospechas de que fuese consumidora de sustancias prohibidas en el deporte, lo que daría lugar a una sanción en dicho ámbito pero nunca a una imputación penal (...)». La juez no puede entrar ahí, pero sí la justicia deportiva. La atleta fue rotunda: «No tengo nada que ocultar. Que investiguen si quieren».
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