La nueva era del olimpismo: juventud, austeridad e igualdad

Hace tiempo que el COI inició un gran proceso de renovación para mantener a flote los Juegos . Una transformación de marcado carácter económico y social. Se buscan unos Juegos más austeros, inclusivos, paritarios y que despierten más interés. Por eso

en París se reducirán el número de instalaciones, se igualará el número de hombres y mujeres participantes y se dará la alternativa a nuevos deportes urbanos que atraigan a un público juvenil a la cita olímpica. «Desde que llegó al cargo, el presidente del COI, Thomas Bach, tuvo claro que había que acercar más los Juegos a la gente . Sobre todo a los jóvenes. El mundo cambia y el olimpismo debe hacerlo con él si quiere seguir vivo. Es una evolución lógica, que no es nueva, porque los Juegos se han renovado siempre. Es algo que está en su ADN. Han sido vanguardistas desde que nacieron y deben seguir siéndolo porque si no, morirán», señala a ABC un alto cargo del Comité Olímpico Español (COE) que prefiere mantener el anonimato.

En este caso, el banco de pruebas para la inclusión de los nuevos deportes fueron los Juegos de la Juventud de Buenos Aires disputados en 2018 . Allí, el breaking demostró todo su potencial, siendo uno de los eventos más seguidos. Un éxito de público y de márketing. «En Argentina se sacaron muchos deportes de su hábitat natural y se llevaron a los parques y al centro de la ciudad . Esa integración entre el público y los atletas funcionó muy bien y el COI está apostando por eso», afirma la misma fuente.

En París debutará el breaking y repetirán experiencia la escalada deportiva, el skateboard o el 3x3 de baloncesto . Modalidades todas ellas de marcado carácter juvenil y que no necesitan de grandes instalaciones para llevarse a cabo . De hecho, tanto en Tokio como en la capital gala la mayoría de sus pruebas se disputarán en lugares abiertos al público en busca de una comunión total entre atletas y aficionados. «El concepto de deportes urbanos se ha visto aumentado de cara a París 2024 , con la llegada de nuevas modalidades que cumplen todos los objetivos del COI: son inclusivos, igualitarios y pueden ser practicados fuera de los pabellones convencionales. El valor de estos nuevos eventos es doble, pues además de atraer nuevas audiencias -más jóvenes- ayudan a relativizar los costes y la complejidad de los Juegos», afirma Kit McConell en declaraciones a ABC.

El director de deportes del COI señala que la revolución liderada por Bach tiene su origen en la «Agenda 2020», que pretendía transformar el olimpismo en seis años. Aquella hoja de ruta, que tan bien encarnaba la candidatura olímpica de Madrid, ha alcanzado estos días su final con el 85 por ciento de sus objetivos completados . «Este proceso ha desembocado en un profundo cambio y progreso de todo el movimiento olímpico y ha puesto unas bases sólidas para su futuro. Hemos conseguido que las 40 propuestas que se hicieron en 2014 hayan sido desarrolladas como piezas separadas de un puzle que, puestas una junta a otra, forman una imagen sólida de futuro», apunta el COI.

Sus pilares principales -sostenibilidad, igualdad y juventud- se verán reflejados ya en Tokio este verano, pero será en París 2024 cuando alcancen su plenitud. Allí, por primera vez, habrá el mismo número de hombres y mujeres participando en las pruebas, con un modelo sostenible y con mucho menos derroche económico del que se ha hecho en Japón. «Los Juegos de Río 2016 fueron los más vistos de la historia, pero el mundo cambia muy rápido y no podemos dormirnos en el éxito del pasado. Por eso necesitamos continuar con esta evolución del movimiento olímpico y eso implica también a los diferentes deportes», apunta McConell.

El anuncio de las nuevas modalidades que participarán en París 2024 ha provocado un seísmo en la estructura de la federación española de bailes deportivos, cuyas apariciones públicas estos días se han multiplicado. « Hemos pasado de ser invisibles para los medios a recibir multitud de peticiones . Solo por esta exposición ya merece la pena la elección del COI», señala a ABC Luis Vañó , su presidente. El breaking, la gran novedad para esos Juegos, despierta aún recelos entre muchos de los aficionados, como lo hace también dentro de la propia comunidad de practicantes. « Nace y se entiende como un estilo de vida y por eso hay parte de los que lo practican que no lo ven como una modalidad deportiva . Pero la realidad es que se trata de un deporte atlético que combina elementos gimnásticos, acrobáticos y rítmicos, pues todo gira en torno a una música. Es muy creativo, porque los atletas improvisan sobre la marcha y no hay una coreografía definida. Al final parece que si no vas con pantalones cortos y camiseta no eres un deporte», explica Vañó.

La entrada del breaking en el programa olímpico contrasta con la salida de otros deportes como el kárate , que tras años luchando por estar en los Juegos ha visto cómo su irrupción quedará reducida solo a la participación en Tokio. « Era una muerte anunciada . Quizá si la pandemia no hubiera aplazado los Juegos y nos hubieran visto el pasado verano hubieran dado marcha atrás, pero no ha sido así. Sigo sin entender qué hemos hecho mal o qué tenemos que hacer bien para seguir dentro de los Juegos», afirma Jesús del Moral , seleccionador nacional de kárate, con un punto de resignación. La baja de su deporte a partir de París 2024 hará incluso más especial la cita nipona del próximo mes de julio. «Visto el panorama de futuro, solo nos queda disfrutar e ir a Tokio con más ganas que nunca. Van a ser unos Juegos especiales para todos, por todo lo que está pasando en el mundo, pero para nosotros mucho más», señala el técnico, que tiene en Sandra Sánchez y Damián Quintero dos sólidas opciones de medalla , que España no tendrá ya en París.

Allí tampoco habrá marcha atlética como se conoce hasta ahora. El COI también ha decidido eliminar los 50 kilómetros de esta modalidad atlética -una de las más duras del programa y donde habitualmente España contaba con opciones de podio- y ha dado de tiempo hasta mayo para que la federación internacional diseñe una prueba en su lugar con la única premisa de que sea mixta. «Ha sido una decepción enorme porque los 50 km. marcha llevaban casi 90 años en los Juegos , desde Los Ángeles 1932. Solo por eso merecía un trato mejor. No nos han gustado las formas del COI», señala a ABC Santiago Pérez , responsable nacional de esta especialidad. Su desolación es total, más aún cuando analiza las causas.

«Me produce una enorme preocupación la deriva hacia la que se dirigen los Juegos. De repente parece que tienen mucho más peso las tendencias o las modas que los valores del deporte . Cuando el único motivo para introducir nuevos deportes es la moda pues es preocupante. Porque si había algo que hacía grandes a los Juegos es que sus valores estaban por encima de las tendencias. Valores como el esfuerzo o sacrificio estaban por encima de todo y ahora parece que cuentan más las audiencias. Creo que esto puede suponer un éxito a corto plazo, pero puede ser un fracaso a largo plazo. Lo único que te garantiza la viabilidad en el tiempo es la autenticidad», reflexiona Pérez, que trata de mirar con optimismo a ese futuro incierto. «No sé en qué acabará todo esto. Se abre ahora un período de reflexión interno para pensar en alternativas. Lo más probable es que se reduzca la distancia -se habla de 35 km.- y que la prueba sea mixta como pide el COI », explica el responsable de la marcha española, una de las modalidades que más medallas le ha dado al olimpismo nacional en toda la historia.

La salida del kárate y el béisbol y la modificación de pruebas clásicas como la marcha o algunas del programa de piragüismo son los daños colaterales del nuevo olimpismo, en el que el lema del «más alto, más lejos y más fuerte» está dejando paso al de «más barato y más cool» .