El genial pase por la espalda que dio la victoria a Sudáfrica

Hasta ese momento el marcador había estado bailando de un bando a otro, debido sobre todo a la dureza del partido, que provocó numerosos golpes de castigo. Así, mientras la pierna de Handre Pollard se mantuvo efectiva en la primera parte, Sudáfrica fue sumando de tres en tres sin mayores problemas. Le venía bien anotar de esa manera ante la fiereza defensiva galesa (que sólo había concedido dos ensayos en todo el torneo) y de paso mantenía a raya a sus rivales en un estadio de Twickenham que parecía estar situado en el mismo Cardiff, en lugar de en Londres.

Los del XV del Dragón, por su lado, más mermados físicamente, ensayaron de primeras a manos de Garreth Davies (la quinta vez que lo lograba en este Mundial) y se las apañaron para llegar por delante en el marcador al descanso (12-13) . El juego estaba siendo muy denso, tosco incluso, pero a falta de brillantez la tensión se palpaba en el ambiente. Sobre todo cuando en la reanudación Pollard comenzó a fallar patadas y los británicos lograron una renta de cuatro puntos (12-16) después de otra de Dan Biggar .

Con medio periodo aún por delante, las lesiones y el cansancio comenzaron a pasar factura a los de Warren Gatland . Los africanos no se vinieron abajo y, al contrario, apretaron todavía más las tuercas con su abrumador juego de delantera para reaccionar y recuperar la inciativa (18-16). En medio del desorden imperante, Gales volvió a adelantarse (18-19) y parecía tener todo a su favor a falta de cinco minutos para la conclusión. Pero entonces surgió la magia en los de Heyneke Meyer : a la salida de una melé Duane Vermeulen bloqueó a un contrario a la vez que se sacaba un pase por la espalda que habilitó a Du Preez para ensayar a placer.

Aunque los británicos dispusieron de los últimos ataques para remontar, ya ni las fuerzas ni el acierto estuvieron de su lado. El (23-19) fue un justo resultado para Sudáfrica .