Alessandra Aguilar se retira del maratón

«Intenté llegar y no podía, no podía ni andar. El sóleo izquierdo se me cargaba, pero piensas que no va a ir a más y ya en la cuarta vuelta lo notaba muy tenso. Subiendo ya no podía impulsar y el dolor fue a más. En la bajada ya me dio un pinchazo, intenté seguir y cuando me dio el segundo ya no pude. Llevaba el pie completamente muerto», explicó mientras era atendida por los servicios médicos. Aguilar señaló las dificultades del circuito: «Las cuestas son bestiales, sobre todo la segunda, que es como un puerto de montaña. Mira que hemos entrenado las cuestas y en circuitos sube-baja, pero esto es un kilómetro bestial de subida, un kilómetro bestial de bajadas y llanear a muerte».

Sobre la media hora que estuvo ilocalizable incluso para su entrenador y los responsables del equipo español, explicó: «Ha sido un poco caótico. Hasta que ha venido un voluntario, luego me han cogido los del servicio sanitario. Yo les decía que me llevaran aquí (a meta), pero no sabían cómo venir. Me querían llevar al estadio y les dije que no. Al final me metieron en el coche escoba».

«Me veía para mantener el puesto de finalista (8 primeras), pelear por ello. Arriesgué al salir porque me encontraba muy bien. Había entrenado muy bien y estaba para correr en 2h25 o 2h26. Lo que pasa es que se pusieron a tirar muy brusco y en la última parte no podía impulsar con la pierna izquierda en las subidas». «Ahora a descansar», concluyó. «Esperemos que la lesión sea algo sólo parcial y seguir adelante porque este trabajo tiene que salir», declaró entre sollozos.