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Floyd Mayweather Jr.: Boxeo, fajos y balas
Campeón del mundo en cinco pesos diferentes, apostante exhibicionista, el boxeador se rodea de un clan, el Money Team, que le ayuda a escenificar la imitación del capo al bajarse del Hummer delante de la discoteca
Floyd Mayweather Jr.: Boxeo, fajos y balas
En este país con tan escaso aprecio por el boxeo, muchos consumidores de noticias han reparado por primera vez en la existencia de Floyd Mayweather Jr., alias «Pretty Boy», alias «Money», por la apuesta de más de cinco millones de dólares que colocó a favor de los Miami Heat en la semifinal de la NBA ... . Ganó, dobló la cantidad. Y el público pudo pasmarse al verlo rodeado de fajos de billetes. Imagen que en realidad es bastante habitual, puesto que Floyd acostumbra a filtrar filmaciones en las que las cajeras de su banco abrasan las máquinas contadoras con las que gestionan sus abrumadores ingresos al contado. No en vano, en un año bueno, Mayweather factura 85 millones de dólares .
A los 36 años, Mayweather es un púgil mitológico, campeón del mundo en cinco pesos diferentes, que ha atravesado diecisiete años de carrera profesional, no ya sin perder, sino sin que nadie haya podido castigarlo lo suficiente como para discutirle el apodo de «Pretty Boy». Tiene la cara como si viviera de tocar el violín. Aunque se las arreglara para no conceder jamás el combate contra Manny Pacquiao, que fue uno de los más anhelados -la no-pelea del siglo-, Floyd ha entrado ya en la historia con un estilo basado en el dinamismo que lo hace inasible: siempre se ha ido ya, cuando el rival descarga el golpe.
Después de alguna retirada temporal, y de una estancia de dos meses en la cárcel por violencia doméstica, Mayweather prolongó su carrera con un contrato con Showtime por seis combates. El primero ya le ha deparado una bolsa multimillonaria, al enfrentarse al «Canelo» Álvarez, un púgil mexicano lleno de carisma incapaz de doblegar a un inmenso Floyd .
Bieber y el Money Team
Mayweather sigue haciendo lo posible para que su vida parezca un video-clip del «gangsta’ rap». Ha creado una empresa de promociones, «The Money Team», que al mismo tiempo es un clan que emula los comportamientos jerárquicos y la estética de las bandas urbanas. Floyd llama «familia» a ese extenso entorno cuya lealtad se procura con generosos repartos de dinero y que incluye guardaespaldas que lo ayudan a hacer la imitación del capo criminal cuando sale del Hummer delante de la discoteca. Además de sentirse propietario de Las Vegas, como lo haría una Mafia -«Si vienes -dice Floyd-, te cuidaremos, y sólo deberás devolver el favor cuando vayamos a tu territorio»-, el Money Team ha atraído la militancia de celebridades como el rapero 50 Cent, cuyos raps fueron a menudo la banda sonora de los combates de Floyd, y que salía hacia el ring con el cortejo de acompañamiento del púgil hasta que ambos rompieron amistad y negocios compartidos.
O la más insospechada de Justin Bieber, contratado para amenizar la fiesta de cumpleaños de Lyana, la hija adolescente del boxeador. Y que ya forma parte del gang, como una mascota entre pandilleros de más de cien kilos que se desternillan de risa cuando le enseñan a golpear el saco. Contra Cotto, Bieber incluso estuvo en la esquina. Y, cuando le pidieron que sostuviera los cinturones del campeón, el peso y el momento lo doblegaron, y un cinturón se fue al suelo. Si algún día el Money Team lo devuelve, será hecho un hombre.
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