Rafa Muñoz: «Me vuelvo a sentir muy fuerte»

-¿Con qué imagen se queda de estos Europeos de Francia?

-Me quedo con saber que estoy muy fuerte en muy buena forma física con muy poco tiempo de preparación. Y también con mucha confianza después de las dos medallas, en una piscina, la corta, que no es mi especialidad.

-¿Buena preparación para los Mundiales de Turquía de diciembre?

-Son más importantes, pero debo mantener la tranquilidad e ir poco a poco, ajustar el cuerpo a la competición. Nunca he trabajado bien con más presión de la debida. Faltan dos semanas y pueden pasar muchas cosas.

-Volvió a su club de Marsella en septiembre. ¿Qué tiene para que en apenas dos meses haya superado sus marcas de la temporada pasada?

-Tienen un entrenamiento muy específico para velocistas que a mí me va muy bien, con diferentes preparadores para distintas partes del entrenamiento: físico, gimnasio, técnica. Ayuda mucho el ambiente de competición, la rivalidad con los compañeros. El nivel es muy alto y se respira competitividad de la buena.

-¿Mejor que en España?

-No, no creo que los franceses tengan mejores infraestructuras. Es diferente. En Marsella son muy insistentes con la técnica y muy, muy exigentes.

-Estuvo más de un año en el CAR de Sant Cugat. ¿Cómo fue la experiencia?

-Me entrenaba José Antonio del Castillo y estuve muy bien, pero no acabé de engancharme a sus entrenamientos. No era ni mejor ni peor, pero no me dio los resultados que esperaba, sentí que no me funcionaba. Pero nunca tuve ningún problema y quedamos bien. No soy una persona complicada y me gusta salir bien de todos los sitios. Nos vamos a encontrar en las piscinas de todos los campeonatos así que es mejor estar bien con todo el mundo.

-¿Cómo le recibieron de nuevo en Marsella?

-Me recordaban con cariño y me dijeron que podía volver sin problemas. Me han recibido muy bien. Y eso que me fui en 2009 casi sin avisar, pero les expliqué lo que ocurrió y me entendieron perfectamente. Nunca me han puesto una mala cara.

-Marsella es la fórmula que mejor le ha funcionado, ¿qué objetivos prepara en esta segunda etapa?

-Ahora mismo, Turquía. Y, por supuesto, el Mundial de Barcelona 2013. Jugar en casa me da una motivación especial, hay muchas cosas que confluyen. Pero hasta el próximo verano hay que pasar por muchas competiciones, y hay que lograr la mínima. No anticipo nunca, me entreno y sigo objetivos a muy corto plazo, para el día siguiente. Mejorar y mejorar.

-¿Y más allá?

-Río 2016, claro. No voy a ocultar que me fastidió no iba a ir a Londres. Tampoco me llevaron al Mundial de Shanghái. Y después de estos reveses, te cuesta levantarte. Ahora nado por mí porque me siento muy a gusto con la natación, pero tengo mi opinión sobre dejarme fuera de los Juegos. No logré la mínima y lo acepté, pero creo que no somos Estados Unidos, no tenemos tantos nadadores como para hacer una criba tan fina. Debería tenerse en cuenta el bagaje, la estabilidad, si la persona ha respondido durante el año. No solo una carrera. He dado buenos resultados y creo que demostré que estaba más que listo. Me piden confianza para que me entrene, pero luego ellos no confiaron en mí. A veces se ha hecho duro, pero repito que, es verdad, no llegué a la mínima, pero juzgar el trabajo de una persona por un solo día no creo que sea bueno para nadie.

-La Federación de Natación no pasa por su mejor momento, ¿afectan los problemas extradeportivos?

-Sí, y lo tendrían que evitar a toda costa. A finales de año se va Luis Villanueva -director técnico-, a ver si cambian las cosas. Se tienen que dar cuenta de que los problemas no pueden salpicar a los nadadores. Nosotros tenemos que dedicarnos a entrenar para depresentar a nuestro país, pero no puedes ser ajeno a todo lo que pasa. Al final decides emigrar porque no entrenas todo lo tranquilo que deberías.

-¿Cómo se gestiona el entrenamiento?

Yo ahora solo me dedico a nadar. Una lesión puede dejarme fuera de todo. Y entonces, ¿a qué me dedicaré? ¿A waterpolo, a sincronizada? No, solo puedo ser nadador y cuando tenga 30 años tendré que empezar a hacer lo que no hice con 18, estudiar una carrera y prepararme para trabajar en otro mundo. Ahora mismo estoy esperando que la Federación me diga si me pagarán una ayuda que nos ofrecen a los nadadores españoles que entrenamos fuera (para concentraciones y viajes con el equipo nacional), pero no he tenido respuesta por el momento. Además con la crisis, supongo que nos afectarán los recortes y no serán pequeños.

-¿Se siente recompensado?

Me gustaría que hubiera más patrocinadores. En Marsella todos tienen muchas colaboraciones de ese tipo, incluso el club está patrocinado. Cuando hice el récord del mundo nadie se me acercó y sientes que la gente no entiende que esto es un sacrificio, que haces mucho por el deporte y no te compensa. Me siento muy orgulloso de lo que hago, pero no te ves reconocido ni recompensado.