El PP se olvida de la tauromaquia en su programa electoral
Pese a presentar un ambicioso plan cultural, sorprende que no figure ni una línea sobre los toros
¿Qué pide el mundo del toro a la política cultural?
Un torero en la plaza
Ni una línea sobre los toros en el programa electoral del Partido Popular. Ni por equivocación asoma por los chiqueros de sus 365 puntos un capote a la Fiesta. Sorprende que el grupo con el que la tauromaquia se declaró patrimonio cultural no ... cuente con un solo quite. A las diez de la noche, el 6 de noviembre de 2013, salía adelante esta ley pese a la abstención de los socialistas, que se retrataron una vez más poniéndose de perfil.
Y de noche se pone el toreo ahora en el programa del PP, que no recuerda a una industria cultural como la tauromaquia. Precisamente, entre las medidas que reclamaba el lunes en las páginas de ABC el sector taurino se subrayaba la igualdad de trato con respecto a otras industrias de la cultura. «Con que nos traten igual que al cine nos conformamos», decía José Luis Lozano, genio taurino. No existe punto para los toros como el 354 para el sector cinematográfico, con «nuevas líneas de financiación», «promoción» y «apoyo».
Es más llamativa aún la ausencia taurina en los doce tercios culturales cuando los populares se mostraron tan críticos con el ninguneo a los toros en el bono cultural y con la arbitrariedad de este Gobierno tras denegarles las ayudas a picadores y banderilleros durante la pandemia. Lo que sí se menciona de modo genérico es la España rural, donde se supone 'habitan' las ganaderías (tan sufridoras siempre). ¿De lidia? 'Rien de rien'. Como de artistas se habla, pero nada en concreto del toreo, aunque se le supone incluido dentro del Estatuto del Artista (a cuyas reuniones sí convocaba a la Unión de Toreros este Gobierno).
«Lo que necesitan las manifestaciones culturales -sin excepción- es de una protección constante por parte del Estado español. Sin embargo, la cultura taurina, tan significativa de la historia, del alma y de la identidad española, se ve muchas veces agredida y marginada por ciertas instituciones políticas españolas», lamentaba Simón Casas, empresario de Las Ventas. Y El Juli, una máxima figura del toreo, reivindicaba «apoyo total»: «El Estado debe garantizar su protección, promoción y difusión con un apoyo total y sin ponerse de perfil, con un tratamiento como al resto de industrias culturales. Para esa difusión considero imprescindible la vuelta de los toros a la televisión pública, pues el Gobierno tiene la obligación de proteger la cultura taurina y los españoles tienen el derecho a acceder a ella a través de la cadena de todos». El regreso de los toros a La 1 es una petición unánime del mundo del toro, una petición que nunca llega...
Una vez más, el toreo se queda fuera. Hasta de un programa electoral, que ya se sabe son como los prospectos de los medicamentos: cuanto más se leen, más malo se pone uno.