¿Qué exige el mundo del toro a la política cultural?

«Como torero, pediría al Ministerio de Cultura que respaldase sin complejos la tauromaquia. Como patrimonio cultural que es, el Estado debe garantizar su protección, promoción y difusión con un apoyo total y sin ponerse de perfil, con un tratamiento como al resto de industrias culturales. Para esa difusión considero imprescindible la vuelta de los toros a la televisión pública, pues el Gobierno tiene la obligación de proteger la cultura taurina Hay los españoles tienen el derecho a acceder a ella a través de la cadena de todos».

«Como industria cultural que es el mundo del toro, se necesitarían dos medidas urgentes: una, que los toros vuelvan a la televisión pública, tanto en las retransmisiones de las corridas como en información en los telediarios; dos, que nos traten en los Presupuestos Generales del Estado como al resto de industrias culturales».

Noticia Relacionada

Las 50 medidas que reclama el sector cultural

ABC

Hemos preguntado a setenta personalidades del mundo de la cultura cuál es para cada uno la prioridad de la política cultural tras las elecciones, gane quien gane

«Lo que necesitan las manifestaciones culturales -sin excepción- es de una protección constante por parte del Estado español. Sin embargo la cultura taurina, tan significativa de la historia, del alma y de la identidad española, se ve muchas veces agredida y marginada por ciertas instituciones políticas españolas.

La tauromaquia no es meramente un espectáculo, es un ritual en toda la extensión del concepto: ¡un ritual de la muerte!

La muerte: nuestro destino común donde encontramos a la fuente de todas las inspiraciones culturales de la humanidad.

Primera medida: reconocer el arte del toreo como fundamento de la identidad española, como parte de su alma, como originalidad de su historia.

El pueblo de España se caracteriza históricamente por no temer ni ocultar la muerte. Por esto la tauromaquia ha inspirado a tantos artistas a lo largo de los siglos.

Lo sabemos: mirar la muerte en los ojos es una oportunidad para poder entender el sentido y los valores de la vida.

Por lo tanto, después de esta primera medida conceptual, la segunda (y esta sí que es urgente) es que las instituciones políticas españolas encuadren la gestión del arte de la tauromaquia al igual que las demás artes. Sin complejos ni temores, con el orgullo de ser español y de la historia de este pueblo que ha alumbrado, por su cultura, sus rituales y sus tradiciones, gran parte del planeta a lo largo de los siglos.

El toro es un animal mitológico. Bailar con él -hasta la muerte- es un relato mitológico. Por esto la tauromaquia ha fascinado -y sigue fascinando- a los más grandes artistas e intelectuales españoles y de muchos continentes«.

«Lo primero es que se reconozca la importancia que la tauromaquia tiene no sólo para nuestro país, sino a nivel mundial como fuente de inspiración cultural para grandes artistas. Músicos, pintores y escritores se nutren del toreo en sus obras. Es curioso que cinco premios Nobel, Vicente Aleixandre, Camilo José Cela, Jacinto Benavente, García Márquez y Vargas Llosa hayan escrito de toros e incluso que algunos de ellos quisieran torear. Lo segundo es que, ya que la cultura está latente, que nos traten como al resto de industrias culturales, con que nos den el mismo trato que al cine nos conformamos. Ahora tenemos como político en Valencia a Vicente Barrera, que es un torero universitario, inteligente y metido desde siempre en los negocios. Yo creo que puede hacer cosas positivas para la Fiesta».

«Política cultural. La obligación primera, la defensa del castellano, nuestra máxima riqueza. Que todos los españoles, en todas las comunidades autónomas, puedan estudiar en castellano, en todos los niveles educativos. Que esas comunidades sean de verdad bilingües, no monolingües, excluyendo la lengua común de España, como ahora sucede, para vergüenza nuestra. La segunda, una política de apoyo y ampliación de las bibliotecas públicas.

Política taurina. La primera, cumplir la ley: todas las autoridades (repito, todas) están obligadas por ley a respetar y fomentar la tauromaquia, como parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial. La segunda, presencia de las grandes Ferias en TVE: como noticia, en los telediarios, y con retransmisiones de algunos festejos importantes en abierto«.