La Copa Chenel y la polémica por el petardo de los avisos

Pero a la Copa Chenel le han fallado los criterios de selección, criticados por más de un profesional: que si actitud, que si expresión (¿qué es eso?)... Que si orejas, que si avisos. Hete ahí que el que debería ser el criterio más objetivo, de reloj puro y duro, patina y siembra el lío. Y eso que el presidente siempre es el mismo.

Y ahora, en la mismísima Copa que lleva el apellido de Antoñete, los recados presidenciales mal contados han dejado fuera a Borja Jiménez (sí se le penalizó por un aviso) y han permitido el acceso de Juan del Álamo (no recibió el aviso pese a excederse en más de diez minutos) a la final, que se celebrará el domingo.

La liebre del minutaje fallido saltó en el tuitendido, con aficionados como Genaro Escudero. «OJO! Resulta que a Borja Jiménez le dan un aviso a los 10 m y 53 segundos y se queda fuera de la final. Juan del Álamo termina con su toro a los 13 m y 8 segundos (2 avisos…), y no le suena ninguno. En un certamen donde los avisos penalizan…,rectifiquen», escribe en su Twitter.

«Transcurridos diez minutos desde que se hubiera ordenado el inicio del último tercio, si la res no ha muerto, se dará por toque de clarín, de orden del presidente, el primer aviso; tres minutos después, el segundo aviso, y dos minutos más tarde, el tercero y último, en cuyo momento el espada y demás lidiadores se retirarán a la barrera para que la res sea devuelta a los corrales o apuntillada. Si no fuese posible lograr la devolución de la res a los corrales, o el que sea apuntillada, el presidente podrá ordenar al matador que siga en turno al que hubiera actuado, que mate la res, bien con el estoque o directamente mediante el descabello, según las condiciones en que se encuentre aquélla», dice el artículo 81 del reglamento taurino del 96.

«A pesar de que en el reglamento se habla de computar desde que se cambia al último tercio, desde el toque de clarín, los presidentes, al menos en Madrid, tenemos en cuenta circunstancias como un brindis a los médicos, donde los toreros se cruzan la plaza, y empezamos a contar desde el primer muletazo. Es sólo un ejemplo, son actos de sentido común», explica Juan Lamarca, voz autorizada en las presidencias, con 22 temporadas en el palco de Las Ventas. Precisamente, esa cuestión la ha comentado varias tardes Arnás en las retransmisiones de Telemadrid. De actuar bajo tal parámetro, se da la circunstancia de que probablemente Jiménez no hubiese tenido que recibir ningún aviso.

Respecto a si podría revisarse la actuación del palco, Lamarca señala que, según el Reglamento, las decisiones presidenciales son irrevocables. Es decir, que aquí no podría revisarse, como en el fútbol, si fue tarjeta o no, si era de aviso o no...

Si esto sucede en el deporte, con el VAR de por medio, ya estaría reunido de urgencia un comité para subsanar tal agravio. Y si la Fundación del Toro quiere conservar el prestigio ganado, ya debería estar subsanando tal petardo. Como no hay comité posible, el asunto de la Copa Chenel queda en manos del sentido común, de reflexionar sobre los criterios en próximos certámenes y estudiar la opción de que Borja Jiménez entre en una final a tres. De justicia sería. Si es que el mundo del toro es alguna vez justo.