DESDE MI GRADA
El año de Daniel Luque
No tiene el arte de Morante ni el gancho de Roca Rey pero, ahora mismo, él y El Juli son los que más mandan a los toros complicados. Y siempre se ha dicho que manda en la Fiesta el que manda en el toro
Sorolla y los toros
La zurda de Luque con el toro de Victorino
Además de mitigar el hambre de los aficionados, por el ayuno del invierno, las Ferias de Fallas y de la Magdalena sirven para comprobar el estado con el que afrontan la temporada los toreros y las ganaderías. Como novedades, hay que destacar el triunfo ... de los novillos de El Freixo, propiedad de El Juli, y la revelación del novillero valenciano Nek Romero.
Sigue arrollando en los trofeos y en la taquilla Roca Rey. Triunfa abriendo carteles Manzanares, a los veinte años de matador. Veinticinco cumple El Juli, firme en su línea. Confirma su solidez Tomás Rufo; su singular estética, Talavante. (Morante no ha querido comenzar hasta el Domingo de Resurrección, en Sevilla).
Pero lo que me ha parecido más importante y más me ha impresionado –no sorprendido– han sido las faenas de Daniel Luque: con toros difíciles, en Castellón, y victorinos deslucidos, en Valencia, su capacidad y su entrega han sido apabullantes. No duda un segundo, ve claro lo que hay que hacer, manda, se pasa muy cerca los toros y les saca todo el fondo de bravura que puedan tener. Cuando los ha sometido por completo, se adorna con luquecinas y los tumba con rotundas estocadas. (En esto último saca ventaja a El Juli, con el que compite como poderoso lidiador).
Ya lo habíamos comprobado la pasada temporada, cuando abrió la Puerta del Príncipe. En la próxima Feria de Abril, se ha apuntado a la bravura del Parralejo y, con El Juli, a la casta de La Quinta, que debuta en la Feria. Ése es su camino. (No entiendo que, en San Isidro, haya recaído en Juan Pedro, aunque el año pasado dijo que no volvería a equivocarse).
Desde sus comienzos, Luque mostró cualidades evidentes. Sólo la inestabilidad de carácter frenó su carrera. Parece ser que ya lo ha superado. En Francia, después de una serie de tardes gloriosas, reconocen ya a Daniel Luque como máxima figura. En España, todavía el gran público no se ha enterado: si no recae en un bache psicológico, tendrán que hacerlo. No tiene el arte de Morante ni el gancho de Roca Rey pero, ahora mismo, él y El Juli son los que más mandan a los toros complicados. Y siempre se ha dicho que manda en la Fiesta el que manda en el toro. Así ha de seguir siendo. Por eso, al margen de las preferencias de cada uno, apuesto que éste debe ser el año de Daniel Luque.