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ABC Cultural

Feria de Fallas: bravo Luque en una corrida para la 'cremà'

Rácano trofeo para el torero de Gerena en un decepcionante encierro de Victorino

Matinal de rejones: regalo de orejas en el día del padre

Daniel Luque se mete entre los pitones del victorino MÍKEL PONCE
Rosario Pérez

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Un epítome de la nada fue la bravura. Porque ni rastro había, más allá de esa fantasía que atrapó a los tendidos al ver arrancarse por dos veces a un toro de largo. ¿Dónde quedó la casta de los victorinos? Un petardo se marcaron en ... las Fallas horas antes de la ‘cremà’. Como Umbral hubiese quemado los cuadros malos, los libros malos y los críticos malos, la afición habría mandado a la hoguera unos cuantos toros. Trinaban en sol y sombra por la desigual y decepcionante victorinada, aunque allí nadie apartara la mirada del ruedo. Que ya es mucho si se echa la vista atrás... Pero nunca saltó el paradigma de la casta. Ni siquiera un pariente lejano.

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