'Retorno al hogar': un Pinter deslumbrante

Crítica de teatro

Pinter propone una sustitución del carácter, una farsa tan soberbia como desasosegante.

Miguel Rellán y Fran Perea, en 'Retorno al hogar' Omar Antuña

Crítica de teatro

'Retorno al hogar'

  • Texto Harold Pinter
  • Dirección, adaptación y espacio sonoro Daniel Veronese
  • Vestuario y escenografía Lua Quiroga
  • Iluminación Ion Aníbal López
  • Intérpretes Alfonso Lara, Miguel Rellán, Fran Perea, David Castillo, Juan Carlos Vellido, Silma López
  • Lugar Teatro Fernán Gómez, Madrid

El lado oscuro de una familia, las turbias y perturbadoras relaciones con el otro, el abismo interior sobre el que se levantan nuestras vidas, todo eso es lo que ofrece 'Retorno al hogar'. Max, Joey, Lenny, Sam, Teddy y Ruth viven, por eso, en ... un mundo sin escapatoria, en un callejón sin salida, bajo el plomo de unos secretos personales que se arrojan a la cara unos a otros. El resultando es deslumbrante, con diálogos cargados de pólvora que explotan ante el espectador en cada una de sus palabras y en cada uno de sus gestos. Y todo ello porque Harold Pinter plantea un cuadro de violencia tanto en lo que dicen los personajes, en lo que callan y en lo que insinúan, porque plantea un retablo cruzado de ruindades y de miserias, de sexo y de deseo que dibujan una moral de supervivencia más allá de la moral, un ajuste de cuentas que no tiene fin.

El regreso a casa de Teddy y de su mujer, Ruth, es el detonante de todo. La maestría de Pinter, sin embargo, no hace que la historia se recree únicamente en lo obvio, en ese dar rienda suelta a los demonios familiares, sino que plantee una enorme ironía y una catarsis que vienen propiciadas por la propuesta a Ruth, la propuesta endemoniada de que no vuelva a América con su marido y se quede a trabajar sexualmente para ellos. A partir de ahí toda la jerarquía de poder se trastocará.

Pinter propone una sustitución del carácter, una farsa tan soberbia como desasosegante. Su cotidianidad extraña está a la par de su manera de ver al hombre como ese ser que no ha olvidado muchos de sus instintos animales. En este sentido, Daniel Veronese ha puesto en escena un 'Retorno al hogar' verdaderamente grande, de una sutileza cautivadora, incluso en su música. Una obra de personajes donde Miguel Rellán o Fran Perea firman una soberbia interpretación, tan cómica, tan potente como siniestra. Una obra en fin que da la medida de una de los grandes autores de nuestro tiempo y de un director que hace de ella una verdadera aventura teatral.

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