'Cantando bajo la lluvia', el clásico entre los clásicos
Llega al Teatro Nuevo Apolo de Madrid la versión teatral del popular musical, con dirección de Àngel Llácer
Madrid
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Iniciar sesiónNo hay, seguramente, una imagen más icónica en el mundo del cine que la de Gene Kelly cantando y bailando alborozado bajo un aguacero y con una farola como pareja de baile. 'Cantando bajo la lluvia' es el musical de los musicales, el ... clásico entre los clásicos; nació en el cine hace setenta años (se estrenó en 1952). Hasta 1983 no llegaría su primera adaptación, que vio la luz en Londres bajo la dirección del actor Tommy Steele; a esta adaptación le sucedieron varias –también en España–, entre ellas la que se estrenó en Barcelona la temporada pasada, con una trinidad creadora formada por Àngel Llácer (dirección escénica), Manu Guix (dirección musical) y Miryam Benedited (coreografía). Miguel Ángel Belotto, Diana Roig, Ricky Mata y Mireia Portas encabezan el reparto.
Esta producción llega ahora al Teatro Nuevo Apolo de Madrid, donde estará en cartel hasta febrero de 2023. «La alegría que respira», responde sin dudarlo Llàcer cuando se le pregunta qué es lo que más le gusta de este musical. «Bajo el halo de frivolidad, te habla de cosas más o menos serias, pero siempre con buen humor. Es como un masaje de alegría, de positivismo. Lo que he querido es crear un espíritu de familia, de buen rollo, en el escenario, y transmitírselo al público». 'Cantando bajo la lluvia' rezuma felicidad. «No hay ningún personaje que tenga sentimientos negativos, y el espectador pasa dos horas y media viendo cosas agradables, y sale del teatro con una sensación de bienestar».
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La popularidad de la película la considera Llácer una ayuda más que un osbtáculo. «El texto es el mismo y he intentado conservar las cosas icónicas del filme, como el muñequito de 'Haz reír', el sofá de 'Good morning'... Y, claro, la farola de 'Singin' in the rain' –que el personaje de Don Lockwood cantan en inglés–. «He puesto más farolas, para hacerlo más teatral», explica Llácer. En este número, dice Jordi Sellas, el productor, se usan 1.000 litros «reciclables. Hemos calculado que se pierde en cada función solo un 2 por ciento del agua».
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