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ABC Cultural

la barbitúrica de la semana

Lo sinfónico contra la alegría recalentada

Los fuegos de artificio no alejan la ansiedad. Solo la música calma lo que está inquieto. Por eso el último y el primer día del año apelan a ella.

La Sala Dorada de la Musikvereine de Viena, en Austria ABC
Karina Sainz Borgo

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Acaso porque todo inicio de año produce vértigo, es necesario lo bello para reponerse de la incertidumbre. Ni los fuegos de artificio ni los canutillos alejan la ansiedad, mas bien turban el ánimo y aguijonean la mente como un vino de aguja. Solo la música ... calma lo que está inquieto, vacío o abandonado, ha de ser por eso que el último y el primer día del año son musicales. Lo sinfónico emerge como un consuelo para tanta gala con aplausos grabados de gente probablemente ya muerta.

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