El Mad Cool más 'mainstream' llega con Robbie Williams y Red Hot Chili Peppers como reyes
La evolución del cartel desde el rock e indie canónico de sus inicios a acomodar al pop más comercial es la seña de identidad de esta edición de 2023
Mad Cool, la prueba de fuego para la futura Ciudad de la Música
La evolución de la 'curanduría', que dicen los engolados, del cartel del Mad Cool ha ido mutando desde el rock e indie canónico de sus primeros años a, sin hacer ascos a esto, acomodar a estrellas de pop comercial 'mainstream' tipo Robbie Williams en un encaje en el que sirvió de palanca laportiana la ubercatalana Rosalía, estrella de la edición de 2019 en una 'Welcome Party' con el que giró el festival a émulos del pijísimo Coachella americano.
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El festival da hoy el pistoletazo de salida a su sexta edición entre protestas vecinales
De los Who de 2016 a Machine Gun Kelly este año, de Pearl Jam a Lizzo en 2023, de Jane's Addiction a M.I.A., el festival tiene en estos tres artistas a algunos de sus primeros espadas en un acontecimiento al que el año pasado asistieron más de 300.000 personas, siendo el segundo evento de este tipo con mayor afluencia solo superado por un Primavera Sound que duplicó su duración y así sus cifras, seguramente si no fuera así el Mad Cool vencería.
¿Y este año qué? Los tres ya mencionados en el párrafo anterior como focos de atención, más Robbie Williams y Red Hot Chili Peppers, que el año pasado reventaron el estadio de La Cartuja sevillana con su funk-rockero y que en el Mad Cool de Villaverde prometen arrasar porque son los verdaderos figurones. Pero repasemos los tres días del festival que en su letra un poco más pequeña tiene algunas exquisiteces dignas de mención.
El jueves, aparte de Williams, Machine Gun Kelly y Lizzo está por ahí Lil Nas X, un día muy muy comercialoide y estadounidense en su configuración estelar, pero en donde también se encuentran los islandeses Sigur Rós, que acaban de lanzar su reposado y sugestivo 'ÁTTA', cosa interesante para ver qué tal cuajan en un festival en el que la gente no suele ir como a misa a guardar silencio sino a hablar y contarse sandeces beodos. 1975, los veteranos neo-punkis de Offspring (divos nivel Rihanna en sus condiciones para los fotógrafos en su concierto en Barcelona al día siguiente, según nos han contado) o la británico-japonesa Rina Sawayama y su marciano posibilismo popular son otras opciones de interés.
El día siguiente llega con Mumford & Sons; los reyes del stoner rock, Queens of the Stone Age, y un disco bajo el brazo bastante mediocre; The Black Keys que nos prodigaran con su 'savoir faire' de blues-rock para la gente indie; y, por último, Sam Smith, superestrella que sirve para aportar la cuota 'queer' en una jornada en donde también toca nuestra Angel Olsen, mejor disco internacional para este periódico en 2022 con su 'Big Time'.
El sábado 8 es el día grande con los ya mentados Red Hot Chili Peppers, el Oasis loco Liam Gallagher, The Prodigy (sin su emblemático cantante rubiales, fallecido en 2019) y, en lugar de la diva Janelle Monae, y su sexual hiperpop, que canceló en el último momento, viene M.I.A., que es una sustituta de poderío. Esta jornada también contará con Ava Max y su dance pop, y los británicos Primal Scream como hijos de la neo-psicodelia bailonga con un Bobby Gillespie que ya pasa de los 60 años.
Una nueva etapa para Mad Cool, además, por el nuevo recinto de Villaverde en el que caben 70.000 personas, para pesadilla de los vecinos del barrio, y una inversión de 12 millones en obras, en donde esperan atraer, siguiendo el ejemplo de su gran rival el Primavera Sound, a un tercio de aforo venido desde el extranjero. Habrá noria. Y veremos qué tal suena el nuevo lugar, que también importa.
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