Kendrick Lamar, Blur y Rosalía, estrellas del Primavera Sound 2023

«Serán en total más de 200 actuaciones por cada sede incluyendo ambas jornadas de bienvenida y cierre», ha anunciado el festival en un comunicado en el que ponía por escrito lo que minutos antes se podía haber visto en su página web. Esto es: un anuncio retrofuturista con guiño a la Velvet Underground (por ahí anda el bueno de John Cale) y cascada de nombres en riguroso orden alfabético. Un cartel en el que se echan de menos algunas apuestas que se daba casi por seguras (ni rastro, por ejemplo, de la gira de reunión de Pulp) pero con reclamos suficientes como para volver a copar titulares.

Así, a los regresos de Lamar y Rosalía convertidos en supernovas del rap y el pop contemporáneo, hay que sumar el punk con marchamo histórico de Bad Religion, la electrónica de masas de Skrillex y Calvin Harris, el candor indie de Built To Spill, la rareza superventas de Halsey, el retorno de las añoradísimas Le Tigre, la vanguardia con leyenda de Laurie Anderson, la rareza con fundamento, cada una a su manera, de St. Vincent y FKA Twigs, el rock de torsos desnudos de Måneskin... Tampoco faltan sospechosos habituales como Swans o Shellac, puntos de fuga hacia el futuro como Kelela y Death Grips, guiños al k-pop con Red Velvet, y puertas abiertas a las músicas urbanas con Tokischa y Bad Gyal, esta última sólo en Madrid.

Como en los últimos años, se impone el equilibrio entre la esencia más pop del festival (ahí están Blur, repescados diez años después de pasar por el Forum en su gira de regreso) y nuevos anzuelos con los alentar el recambio generacional. Y, también como en los últimos años, barra libre para los sonidos más acerados con los suecos Ghost y quejío flamenco cortesía de Israel Fernández y Diego del Morao, ambos solo en Barcelona.

«El cartel de Primavera Sound 2023 es un laberinto de espejos en el que lo mejor es perderse para encontrar nuevas obsesiones musicales», celebra la organización de un festival que contará también con Christine and The Queens, Caroline Polachek, Sparks, The War On Drugs, Pusha T, My Morning Jack y los Bleachers de Jack Antonoff, niño prodigio de la producción pop y mano derecha (¿será una señal?) de Taylor Swift.

El festival, que se celebrará en Barcelona entre el 1 y el 3 de junio y en Madrid del 8 al 10 del mismo mes, ha vivido este año una edición excepcional marcada por la celebración del XX aniversario, la euforia pospandémica y los dos fines de semana consecutivos de música en directo en el Fórum. En total, medio millón de asistentes en una edición marcada por el encontronazo de la dirección del festival con el Ayuntamiento de Barcelona.

Y es que, antes de confirmar el estreno en Madrid, el Primavera Sound intentó perpetuar el modelo de doble fin de semana en Barcelona, una pretensión que el Consistorio rechazó de pleno y que la organización del festival aprovechó para especular con un posible éxodo total a Madrid. ««El problema con Barcelona es que no nos quiere, directamente es eso. Este gobierno municipal formado por dos partidos no nos quiere», aseguró el director del festival, Gabi Ruiz, en una entrevista.

Días más tarde, sin embargo, el Primavera Sound aprovechaba el cierre de su exitoso XX aniversario para confirmar que el festival se quedaría en Barcelona como mínimo hasta 2027. En Madrid, donde la cita barcelnesa también aspira a echar raíces, el festival empezó con buen pie, al menos institucionalmente. Y es que no todos los días se puede estrenar un cartel con el grupo que la presidenta de la Comunidad lleva tatuado en el antebrazo.