Morrisey ataca a la industria musical tras la muerte de Sinéad O'Connor: «La convencieron de que se rindiera, fue despreciada»

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Sinéad O'Connor, de la leyenda del pop a los abismos de la depresión

Andrés Castaño

La compositora y cantante irlandesa falleció ayer a sus 56 años tras una vida de continuos exabruptos, traspiés y desgracias, había dejado de actuar en 2022 tras el suicidio de su hijo Shane de 17 años

Hoy muchos han querido dedicarle unas palabras. Billy Corgan, de The Smashing Pumpkins ha resaltado que fue «talentosa en formas que no estoy seguro que ella entendiera por completo. Figura única de nuestra generación que siempre fue fiel a su voz penetrante». Shirley Manson de Garbage ha escrito «tengo el corazón partido. Este mundo repugnante la quebró y siguió haciéndolo. Buena suerte querida frágil paloma. Gracias por toda la belleza y todas las sabias enseñanzas que nos ofreciste». Massive Attack con quien colaboró la irlandesa en la canción 'What Your Soul Sing' de su disco '100th Window' (2003), han comentado que cada vez que alguien pasaba por el estudio se quedaban de piedra. «Abusada por un cura y abucheada por denunciar los abusos en la iglesia católica irlandesa. Buen viaje a donde sea que van las mujeres valientes», ha escrito la escritora argentina Claudia Piñero.

Sobre las casualidades, Miqui Puig contaba en Twitter que ayer estuvo viendo un capítulo de la serie 'Doctor en Alaska' en el que Margaret baila a Sinéad O'Connor cantando una canción de Cole Porter. Amaral también han resaltado su honestidad y Luz Casal ha mencionado cuando coincidieron en Chile y cantaron juntas. Otros artistas que la han rendido homenaje han sido The The, Imelda May, Cat Stevens (Yusuf Islam), Tacey Thorn, Phoebe Bridgers, Janelle Mónae, Questlove, Kelly Lee Owens, Sam Smith y Sky Ferreira, entre muchos otros.

Pero quizás las palabras más duras y críticas con nuestra sociedad, pero más sinceras, se las ha dedicado el cantante y compositor Morrisey. A Sinéad siempre le acompañó la inestabilidad, y mucha soledad, algo que Morrisey ha subrayado, y a la vez ha reprochado a toda la gente que la dejó sola, o «la discográfica que la despidió después de vender más de 7 millones de discos». «Tenía una orgullosa vulnerabilidad», remarca Morrisey, pero era demasiado directa en una industria musical despiadada que destrona a quiénes no encajan. «Hoy la elogian pero la llamaron triste, gorda, impactante, loca. Pero fueron ustedes quiénes convencieron a Sinéad de que se rindiera, porque fue etiquetada y despreciada». Porque «no podía ser encasillada, y tuvo el coraje de hablar cuando todos permanecían seguros en silencio. Fue acosada simplemente por ser ella misma». Y acaba diciendo: «Sinéad no necesita tu estéril basura».

Su gran éxito fue 'Nothing Compares 2 U' pero su carrera tuvo más trayecto que aquella canción de Prince. Su voz traspasaba estados. Pero recibió demasiado rechazo. Fue abucheada en el homenaje a Bob Dylan en el Madison Square Garden cuando interpretaba una versión de 'War' de Bob Marley, y cantó a cappella como pudo hasta terminar su interpretación, para acabar sollozando y consolada por Kris Kristofferson. Algo que no sólo muestra la falta de empatía y humanidad, sino los prejuicios y estereotipos que nos coloca la sociedad sin reflejar nuestra esencia. Nadie se merece una repulsa tal.

Hace 10 días subía a las redes un vídeo grabado en su apartamento mostrando su espacio y compartiendo algunas impresiones con un discurso volátil, pasando de una cosa a otra: mencionaba que odia hacer vídeos; hablaba de su hijo; comentaba que le alegraba tener unos girasoles; mostraba su nueva guitarra acústica colgada en la pared con la «que voy a tocar algunos acordes»; soltaba un «es todo lo que puedo mostraros porque este lugar es un agujero», aunque parecía un espacio luminoso y ordenado; hablaba de la vaselina que se echaba en la cara, «no para las arrugas, es bueno para tu piel»; y se despedía con un «espero que seáis felices».

En 2021 Libros del Kultrum publicó su memorias 'Remembranzas: Escenas de una vida complicada' donde narra, y se explaya con, todo lo que vivió en quizás tan poco tiempo, con ese vertiginoso ritmo de vida. En su cuenta de Instagram aparece una foto familiar. En ella subraya que nunca hay que olvidar aquellos buenos tiempos y lo importante que es conocer quién eres y quién es tu familia. Una gran verdad que muestra su ética, una conciencia clara, honesta y el aprecio por las raíces.