Sinéad O'Connor, de la leyenda del pop a los abismos de la depresión

En el videoclip de aquel éxito aparecía con la cabeza rapada. Su voz desarmaba y conquistaba a partes iguales porque poseía verdad, porque llevaba la emoción a flor de piel, hasta el punto del arrebato más descomunal. Otra cosa era su actitud beligerante y provocadora, que le llevó en 1992 a romper una foto del Papa Juan Pablo II en el Saturday Night Live, condenando la pedofilia en la Iglesia Católica y pronunciando las palabras «lucha contra el verdadero enemigo».

Años después pidió disculpas al Papa por romper su foto, alegando que fue un acto ridículo de una chica rebelde, y añadió que lo hizo «porque estaba en rebelión contra la fe, pero la fe aún está conmigo«; y también citó a San Agustín, diciendo que «la ira es el primer paso hacia el coraje».

La desgracia le acompañaba desde su más tierna infancia bajo la influencia de una madre cruel e inestable, y por su paso en un siniestro internado de la iglesia católica donde fue testigo de cosas terribles. Fue diagnosticada de un trastorno bipolar en 2003. En otro quiebro de su errática vida fue ordenada sacerdotisa por un cura rebotado como Madre Bernadette Mary.

Y en una finta final, se convirtió al Islam en 2018 pasándose a llamar Shuhada' Sadaqat. Su fragilidad, gran temperamento y su vehemencia no dejaron de causar polémica por sus arrebatos en sus presentaciones en público. Lo que le llevó a enfrentarse con quien se le pusiera en medio, fuera por interpretar el himno nacional, por su lucha contra el racismo o por otras causas. Su vida sentimental fue también una montaña rusa, estuvo saliendo con el cantante Anthony Kiedis de Red Hot Chili Peppers y tuvo cuatro matrimonios.

También fue bastante dilapidada por los medios cuando reconoció su lesbianismo en 2000. Su carrera musical tuvo bastantes altibajos tras ese éxito inicial, se movía a la perfección por todos los géneros pop, cabaret pop, swing, reggae, rock o trip-hop. Colaboró con grandes estrellas como The The, Peter Gabriel, Massive Attack o Moby, o en homenajes a Roger Waters y Bob Dylan.

La vida no paró de darle reveses, fue ingresada en varias ocasiones por sus problemas de adicción con diversas sustancias, estuvo diagnosticada de depresión fruto de su soledad, el último y más duro fue el suicidio de su hijo Shane de 17 años que motivó su alejamiento definitivo de los escenarios.

Siempre nos quedarán sus interpretaciones tan sublimes ('You Made Me The Thief Of Your Heart' junto a Bono de U2 incluida en la película En el nombre del padre (1993), las versiones de 'All Apologies', de Nirvana; del 'You Do Something To Me' de Cole Porter o del 'Don't Cry For Me Argentina', de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice popularizada por Madonna, además de sus canciones 'Mandinka', 'No Man's Woman', 'Take Me To Church' o 'James Brown', entre otras). Su voz traspasaba el alma y transmitía un cúmulo de sentimientos en estado puro.