La Metropolitan Opera aplaza 72 horas su cierre patronal

Tres días más de agonía para la ópera neoyorquina. Los sindicatos y la Met estiran el plazo para encontrar un acuerdo laboral a través de un mediador federal

La Metropolitan Opera aplaza 72 horas su cierre patronal reuters

javier ansorena

Todo parecía preparado para echar el cierre a una de las principales óperas del mundo. El jueves por la noche, los tramoyistas y montadores de la Met fueron fotografiados llevándose sus enormes cajas de herramientas a casa.

Después de meses de negociaciones, los sindicatos que ... representan a buena parte de los trabajadores de la Met y la dirección de la entidad seguían en posiciones muy alejadas. Esa noche acababa el plazo para renovar los contratos que la Met tienen con los miembros del coro, músicos de la orquesta, tramoyistas o taquilleros. El director general de la institución, Peter Gelb, busca rebajar sus salarios entre un 16% y un 17%, ante la debilitada situación financiera de la Met. Los trabajadores acusan a la gestión de Gelb de los malos números y también rechazan su plan de reformular las horas y condiciones de trabajo.

Un mediador federal

Si no se llegaba a un acuerdo entre las partes, se produciría el cierre patronal de la Met. A última hora apareció un mediador federal que consiguió una prórroga de 72 horas para continuar las negociaciones.

Todas las partes parecen satisfechas con el aplazamiento del cierre patronal, aunque no hay ninguna indicación de que las posturas se hayan acercado. «Si ellos [los sindicatos] quieren llegar a un acuerdo con nosotros, y nosotros esperamos alcanzarlo con ellos, las próximas 72 horas deberían darnos tiempos suficiente para lograrlo», aseguró Gelb a «The New York Times».

Por parte de los trabajadores, la prórroga también fue bien recibida.«Estamos muy contentos de seguir las negociaciones», dijo David Frye, presidente del comité negociador del sindicato que representa al coro. «No queremos que se paren los trabajos en la Met. Queremos continuar, queremos que la compañía continúe y estamos agradecidos por la ayuda del mediador».

El ángel salvador llegó desde Washington y se llama Allison Beck. Es la vicedirectora del Servicio Federal de Mediación y Conciliación y fue alabada tanto por los trabajadores como por la Met antes de comenzar su trabajo.

Diagnostico y tratamientos diferentes

Beck tendrá una tarea muy complicado, ya que los problemas de la Met se interpretan de forma muy diferente por ambas partes. Todos coinciden en la delicada situación financiera de la institución: cae la venta de entradas y el «endowment» (el colchón financiero de la institución) ha caído de los 305,8 millones de dólares de 2006 –cuando Peter Gelb tomó su cargo- a los 267 millones actuales.

El diagnóstico y el tratamiento que proponen, sin embargo, es muy diferente. Los sindicatos acusan a Gelb de dilapidar el dinero de la Met con producciones costosas que no enganchan al público. Por ejemplo, la ópera contemporánea ‘Two Boys’, de Nico Muhly, que en la pasada temporada solo ingresó el 56% de su potencial.

Gelb, por su parte, considera que el teatro necesita programar este tipo de obras y producir nuevos espectáculos para mantener su vitalidad artística. Además, el Consejo de Directores de la institución (formado por sus principales donantes) le obliga a reducir los costes laborales, que suponen dos tercios del presupuesto de la ópera, para reflotar el «endowment».

Los mejor pagados

Los trabajadores de la Met están entre los mejores pagados de su profesión. El sueldo medio anual de un miembro del coro es de 200.000 dólares, y el de un músico de la orquesta, 191.000.

Si no se llega a un acuerdo con el nuevo plazo, el lunes la Met amanecerá cerrada. No será el primer cierre patronal de su historia –ha ocurrido al menos en otras dos ocasiones, 1980 y 1969, también por conflictos laborales- y no afectará de momento a ninguna obra, ya que el teatro no tiene programadas actuaciones durante el mes de agosto.

Pero si el cierre se alarga, sí tendrá un gran impacto en la próxima temporada, que arranca el 22 de septiembre. Esta semana, el coro estaba preparando sus partes de «Cavalleria Rusticana» o «Pagliacci». Y los montadores daban los últimos retoques al escenario de la nueva producción de ‘Las bodas de Fígaro’, con la que se estrena la temporada. Que la ópera de Mozart y el resto de la programación de 2014-2015 se representen en el espléndido teatro de Lincoln Center todavía es una incógnita.

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