La Metropolitan Opera de Nueva York, a un paso del cierre patronal

La intención de Gelb tiene que ver con la mala situación financiera de la Met. Cada vez cuesta más atraer público a los teatros de ópera, y Nueva York no es una excepción. La Met además ha visto cómo en los últimos años su «endowment» –el colchón financiero de la institución- se ha reducido: ahora es de 267 millones de dólares, frente a los 305,8 millones de julio de 2006.

Las acusaciones se cruzan entre las partes, que además responsabilizan al otro lado del ring de obstaculizar las negociaciones. Según los sindicatos, la mala situación financiera del teatro de ópera se debe a la mala gestión de Gelb, que ha disparado el gasto en nuevas y costosas producciones sin que hayan dado grandes réditos en taquilla. Por ejemplo, en la temporada 2012-2013, el último capítulo del ciclo del «Ring», de Wagner, que costó 19,6 millones de dólares , no tuvo el favor del público. «Sigfried» solo recaudó el 48% de todo su potencial.

Gelb se ha esforzado en una programación más allá de producciones taquilleras como «La Bohème» o «La Traviata», por ejemplo con óperas contemporáneas, como « Two Boys», de Nico Muhly. Esta ópera, sin embargo, fue una de las producciones con peores números de la temporada pasada, en la que sólo ingresó el 56% de su potencial. «Peter [Gelb] dice que las nuevas producciones venden bien. Pero no es el caso», asegura a «The Wall Street Journal» Jessica Phillips, una clarinetista que forma parte del comité negociador. «Ahora nos pide que paguemos por sus errores», añade. Phillips subraya que los trabajadores están a favor «del riesgo, de la innovación, de nuevas producciones como ‘Two Boys", pero tienen que equilibrarse con cosas que vendan bien».

Los costes laborales suponen dos tercios del presupuestoPor su parte, Gelb considera necesario que el personal de la Met reduzca su salario para la supervivencia de la institución. Los costes laborales suponen dos tercios de su presupuesto operativo, y el Consejo de Directores, integrado por los principales donantes a la Met, comunicó a Gelb que sólo ayudará a restituir el ‘endowment’ si consigue reducir los salarios. Los miembros del coro cobran una media de 200.000 dólares al año, lo que incluye los derechos de las óperas retransmitidas en los cines y las horas extras en óperas que duran más de cuatro horas, mientras que los músico de la orquesta tienen un salario medio de 191.000 dólares.

La idea de Gelb es reducir los salarios entre un 16% y un 17%, rediseñar la forma que se paga a los trabajadores según las interpretaciones, ensayos, pruebas de vestuario y preparaciones que realicen y modificar sus pólizas de seguro. Según los sindicatos, su plan conllevaría bajadas de sueldo en realidad de hasta el 20%.

Los trabajadores presentaron un plan alternativo para ahorrar 31 millones, y defendían bajar los precios de las entradas, reducir los ensayos y recortar el número de producciones nuevas. Para la Met, el plan es «erróneo» y «no es realista».

A pesar de que ambas partes llevan meses de negociaciones, las posiciones, a muy pocas horas de que se cierre el plazo, siguen muy distanciadas. Todo indica que el viernes 1 de agosto la Metropolitan Opera estará cerrada. El cierre no afectará inmediatamente a los espectadores, porque no hay funciones programadas en agosto, pero sí a los ensayos de las obras de la temporada que viene, que arranca el 22 de septiembre con una nueva producción de «Las bodas de Fígaro».

No sería la primera vez que se echa el cierre a la ópera neoyorquina. En 1980, un conflicto laboral con la orquesta provocó una paralización de las funciones durante once semanas, lo que retrasó el inicio de la temporada de otoño de aquel año hasta diciembre. Antes, en 1969, también se tuvo que cerrar la institución por una huelga.