La luz que iluminaba las noches de Pompeya antes de ser sepultada por el Vesubio
Ninguna otra ciudad romana antigua produjo tantos dispositivos de iluminación como la trágicamente enterrada por la explosión del volcán
Una exposición en Múnich investiga y recrea por primera vez la tecnología, la estética y la atmósfera de la luz artificial romana
El visitante tiene la oportunidad de sumergirse en el juego de luces y sombras, viajando en el tiempo a la Pompeya nocturna de hace más de 2.000 años
¿Qué veían los romanos cuando festejaban, rezaban o amaban en la noche? ¿Qué luz iluminaba Pompeya la noche anterior a la explosión del Vesubio? Esas son las preguntas a las que intenta responder la exposición 'Nueva luz de Pompeya', en Múnich, que por ... primera vez investiga y recrea la tecnología, la estética y la atmósfera de la luz artificial romana. Según la profesora Ruth Bielfeldt, directora del equipo del Instituto de Arqueología Clásica de la Ludwig-Maximilians-Universität y profesora de Arqueología Clásica, que ha trabajando conjuntamente con la Colección de la Antigüedad de la capital bávara, ninguna otra ciudad antigua produjo tantos dispositivos de iluminación como la trágicamente enterrada Pompeya.
El visitante tiene la oportunidad de sumergirse con todos sus sentidos en escenarios de iluminación antigua y en el juego de luces y sombras, viajando en el tiempo a la Pompeya nocturna de hace más de 2.000 años.
¿Qué llevar contigo cuando tu mundo se convierte en el infierno? El 24 de octubre del año 79, una pareja huyó apresuradamente de su casa con solo dos objetos; una llave y una lámpara de bronce que fueron hallados junto a sus restos 2.000 años después, en una calle a las afueras de Pompeya. «Porque la luz era el medio para encontrar el camino a través de la oscuridad», explica Bielfedt, «pero también era mucho más que eso: en la sociedad romana, la luz fue diseñada pictóricamente para inspirar la percepción y para influir en las atmósferas sociales».
De la muestra forman parte 180 originales de bronce de las ciudades del Vesubio: lámparas de aceite, candelabros, soportes de lámparas y portalámparas, incluso antorchas figurativas, además de estatuas y esculturas de lámparas de fama mundial. Especialmente interesantes, desde el punto de vista de la arqueología, son varios hallazgos procedentes del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, que no se habían exhibido desde el siglo XIX o que incluso no habían sido ofrecidos nunca antes al público.
Pasadizo en el tiempo
El proyecto de investigación 'Nueva luz de Pompeya' los ha investigado sistemáticamente en perspectiva interdisciplinaria y numerosas piezas han sido restauradas especialmente para la exposición. Pero es seguramente la faceta de reproducción histórica intangible la que hace de esta exposición un evento especial. Las obras del diseñador de iluminación de Múnich Ingo Maurer nos abren un pasadizo en el tiempo para experimentar la luminosidad, la textura de la luz con la que los romanos vivían sus noches.
El 'Triclinio Virtual' es otro punto destacado, en el que gracias a las gafas de realidad virtual, los visitantes pueden meterse en los ojos romanos y dejar que la luz artificial vuelva a brillar en Pompeya, un puente entre la ciencia y el arte, entre la antigüedad y la alta tecnología.
«Estamos abriendo caminos, explorando el potencial de la cooperación entre los museos y la ciencia», explica el director de las Colecciones Estatales de Antigüedades y Gliptoteca de Múnich, Florian Knauß. Otros expertos que garantizan el nivel del proyecto con su participación son Paolo Giulerini, del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, y Gabriel Zuchtriegel, del Parque Arqueológico de Pompeya.
Un crédito muy particular es de la empresa Zumtobel, encargada de hacer realidad la iluminación de la exposición que los expertos han diseñado y hacer posible el objetivo de «ver la luz, entender la luz, tocar la luz«. Para la presentación de las lámparas antiguas de aceite, candelabros y soportes de lámparas, fue necesario superar un obstáculo estructural: a diferencia de lo habitual, los focos y carriles no podían instalarse a suficiente distancia y «en su lugar, se creó el nuevo concepto con rieles que circulan a lo largo de la pared a una altura de aproximadamente 5,50 metros», detalla el iluminador Kay-Uwe Dingeldein, que resolvió así la puesta en escena los objetos antiguos con una excelente reproducción cromática y bajas tolerancias de calor.
Otra de las piezas expuestas
La exposición ha sido diseñada para incluir muchos elementos interactivos, permitiendo a los visitantes experimentar la atmósfera y la sensación de la luz: «Por ejemplo, nuestros visitantes pueden sostener un molde de un antiguo reflector de murciélago en sus manos para experimentar esta herramienta de iluminación histórica por sí mismos. Pueden sentir su materialidad como parte del efecto luminoso», explica Bielfeldt, que señala como excepcional la réplica de una sala de banquetes, en la que se recrea la iluminación de las fiestas romanas. Con unos auriculares de realidad virtual, los visitantes pueden formar además parte de la escenografía y encender lámparas virtuales.
MÁS INFORMACIÓN
El proyecto de exhibición fue financiado por la Fundación de Arte Ernst von Siemens, la Sociedad Alemana de Investigación (DFG), la Sociedad Universitaria de Munich y la Fundación Accanto. Cuenta también con el patrocinio del Ministerio regional de Ciencia y Arte de Baviera.