Alfonso XIII, aliado de los cautivos en la Gran Guerra

Este episodio es el punto de partida de la novela «Cartas a palacio» (Plaza & Janés), en la que Jorge Díaz rememora uno de los momentos más humanos del reinado de Alfonso XIII : la creación de la Oficina Pro-Cautivos . En ella, un grupo de funcionarios, diplomáticos y militares intercedió por la vida de prisioneros de los dos bandos. La oficina funcionó hasta 1921 y durante los años que estuvo abierta logró la repatriación de 70.000 civiles y 21.000 soldados heridos (entre ellos Nijinsky o Maurice Chevalier ), aunque se contestaron más de 500.000 solicitudes. Todo ello gracias a los casi dos millones de pesetas costeados por el propio Alfonso XIII.

«La historia surge viendo un documental en La 2 sobre la Oficina Pro-Cautivos. Lo desconocía por completo, así que busqué en Google y ahí me encontré con la historia», explica Jorge Díaz en conversación telefónica. Escritor (esta es su tercera novela), periodista y guionista de televisión, Díaz fue uno de los creadores de la exitosa serie «Hospital Central» y ahora espera ansioso a que «Cartas a palacio» salte a la pequeña pantalla.

Una productora compró los derechos antes siquiera de que el libro estuviera terminado y ya hay una cadena interesada, por lo que en breve la audiencia podrá disfrutar de las aventuras de la joven aristócrata Blanca Alerces, el obrero anarquista Manuel Campos, el corresponsal Gonzalo Fuentes o el médico Álvaro Giner. Eso sí, como buen conocedor del universo televisivo, Jorge Díaz tiene claro que «hasta que no me siento y veo el capítulo no me lo creo».

«Me extrañó que a una cosa tan importante no se le diera ninguna publicidad. La Oficina Pro-Cautivos fue la primera ayuda humanitaria a lo grande organizada por un Estado. Es como la Cruz Roja , pero ellos siguieron y nosotros no», explica el autor. «Alfonso XIII es un personaje al que la historia no ha tratado muy bien, pero ese fue un gran acierto, fue la primera vez que dio bien la hora. En un momento en el que España no tenía posibilidades, hizo una inmensa labora humanitaria, aunque la Guerra Civil ha anulado todo lo anterior».

«Los guionistas tenemos la fecha de entrega marcada a fuego y el hecho de que se publique en 2014 (centenario de la Primera Guerra Mundial) no es oportunismo, es oportunidad». Su intención, de hecho, era dar a conocer la Oficina, pero también «hacer una novela comercial de calidad, que sea entretenida, que la gente pase las páginas compulsivamente. Mi norma es no aburrir».

Para ello, Díaz se fija en autores como Ken Follett , pues le gusta mucho «esa literatura de entretenimiento». Un entretenimiento que, en los últimos tiempos, se ha trasladado con enorme éxito a la televisión. «Llevan años haciéndose cosas bastante buenas, últimamente ha habido series basadas en libros que han sido fabulosas».