El legado creativo de David Bowie se abre al público en Londres
Este 13 de septiembre se inaugura el nuevo David Bowie Centre en el V&A East Storehouse, que reúne más de 90.000 objetos del artista
'The Spectator', el proyecto secreto en el que trabajaba David Bowie antes de morir
La responsable de acceso a las colecciones del V&A, con una máscara mortuoria de William Forsche del rostro de David Bowie
Un saxofón comprado por un padre a su hijo en una tienda del sur de Londres a comienzos de los años sesenta apareció este miércoles en la localidad londinense de Stratford bajo una vitrina de cristal como si hubiera aguardado décadas para ser mostrado ... en público, en el nuevo David Bowie Centre en el V&A East Storehouse.
Ese instrumento modesto, el primero que llegó a manos de un adolescente llamado David Robert Jones, todavía sin el nombre artístico con el que pasaría a la historia, es hoy el símbolo de un viaje creativo que se extendió durante más de cinco décadas y que ahora, por primera vez, se presenta en toda su extensión ante los fanáticos.
Y es que el próximo sábado 13, el centro abrirá sus puertas al público general, que podrá maravillarse con un archivo vivo que permitirá a visitantes e investigadores acceder directamente a las huellas materiales del proceso creativo de uno de los artistas más influyentes de la cultura contemporánea.
El archivo, adquirido por el V&A gracias al David Bowie Estate, la Blavatnik Family Foundation y Warner Music Group, reúne más de 90.000 objetos que abarcan desde los primeros bocetos de canciones hasta trajes de escenario, instrumentos, manuscritos inéditos, utilería cinematográfica e incluso proyectos que nunca llegaron a concretarse. Para el director del V&A, Tristram Hunt, «el impacto de David Bowie continúa reverberando casi una década después de su muerte, y su influencia en el diseño y la cultura visual sigue siendo incomparable». Hunt se refirió a Bowie como «uno de los mayores intérpretes, músicos, artistas e innovadores de todos los tiempos».
Proyecto inédito
La propuesta no se limita a exhibir piezas icónicas, sino que abre espacios para explorar las obsesiones de Bowie en torno a la escritura, la escenografía y la experimentación formal. Entre los materiales inéditos que más llaman la atención se encuentra el proyecto 'The Spectator', un musical ambientado en el Londres del siglo XVIII que Bowie investigó hasta poco antes de su fallecimiento en 2016. En los cuadernos expuestos se reconocen fichas, notas adhesivas y esquemas en los que aparecen personajes, tanto históricos como ficticios, referencias a ejecuciones públicas y escenas situadas en un Covent Garden que se retrata como un lugar de transición de una época a otra.
Saxofón alto Grafton de David Bowie
La comisaria Madeleine Haddon explicó que «Bowie estaba fascinado por la forma musical moderna y por el siglo XVIII como un umbral de modernidad, marcado por el pensamiento ilustrado, los avances en las artes, la ciencia y la filosofía».
Aire teatral
El recorrido por las nueve presentaciones inaugurales permite descubrir una guitarra de la época 'Ziggy Stardust' nunca antes vista, trajes inconclusos que revelan etapas interrumpidas de su proceso creativo, marionetas diseñadas por Jim Henson para un videoclip jamás rodado, y hasta un traje que el propio Bowie intervino con sus manos para el rodaje de 'Lazarus', el videoclip de su último disco 'Blackstar'. Estas piezas conviven con manuscritos, fotografías de estudio, bocetos de portadas como 'Hours y Lodger', y objetos personales como la paleta de pintor que utilizaba el artista para sus autorretratos.
El espacio, diseñado por el estudio londinense y parisino IDK, apuesta por un lenguaje arquitectónico que no oculta la condición de almacén y archivo, sino que la exhibe con un aire teatral: trajes suspendidos en fundas especiales que cuelgan a varios metros de altura, instalaciones audiovisuales que trazan la influencia de Bowie en la moda, la música y la cultura popular, y áreas de consulta equipadas para investigadores y curiosos. El objetivo es, en palabras de los arquitectos, «celebrar el legado de Bowie a través de un archivo en funcionamiento que inspire creatividad, descubrimiento y aprendizaje».
Una de las novedades más interesantes del V&A East Storehouse y del David Bowie Centre radica en el sistema de acceso a los objetos, diseñado para democratizar la consulta del archivo. El servicio 'Order an Object' («ordena un objeto») permite a cualquier visitante reservar con al menos dos semanas de antelación hasta cinco piezas por visita. Se trata de un procedimiento que en el caso de Bowie abarca desde trajes, instrumentos y escenografías hasta manuscritos, bocetos y fotografías.
Los objetos se presentan en condiciones de conservación rigurosas y con la asistencia del equipo de archivo, lo que permite a cada persona observar de cerca detalles imposibles de apreciar en una vitrina. En la primera semana tras habilitarse el sistema, que como indican desde la institución se puede utilizar para «fines de investigación o sencillamente para hacerte feliz», se registraron más de 500 solicitudes, con un abrigo diseñado por Alexander McQueen y Bowie para el concierto de su 50 cumpleaños en 1997 como la pieza más demandada.
David Bowie interpretando a Ziggy Stardust con un traje asimétrico diseñado por Kansai Yamamoto
El V&A ha dispuesto, además, otra modalidad complementaria: la consulta de materiales en papel, como letras manuscritas, bocetos de diseño o recortes de prensa, en sesiones programadas los jueves y viernes en la sala de archivos. Ambas modalidades requieren cita previa y se gestionan mediante formularios en línea. Según el propio museo, el objetivo es que la experiencia no sea una mera contemplación, sino una aproximación directa y personal a las huellas de un creador que nunca dejó de reinventarse.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, subrayó que «el David Bowie Centre en el V&A East Storehouse es increíble, una visita obligada que ofrece por primera vez una visión fascinante de la vida y obra de uno de los artistas más influyentes de Londres, y lo hace de manera gratuita».
La inauguración del próximo sábado marcará un punto de inflexión en la relación del público con el legado del músico, gracias no a una exposición temporal, sino a un archivo permanente, concebido como un espacio de trabajo y de memoria donde manuscritos, trajes, instrumentos y bocetos pueden ser solicitados, examinados y reinterpretados.
Ese saxofón de su infancia, aparentemente modesto, es la metáfora de todo el proyecto, que defiende la posibilidad de rastrear, con paciencia y rigor, el origen y la evolución de un artista que exploró sin descanso los límites de la música y de la cultura visual, y cuyo universo creativo, por primera vez, se abre en toda su amplitud a la mirada de quienes le echan de menos desde enero del 2016, cuando falleció a los 69 años en Nueva York, apenas dos días después de haber publicado su último álbum, 'Blackstar'.