la barbitúrica de la semana
¿Para qué vive un poeta?
Hasta en sus momentos oscuros, los versos de Manuel Vilas conmueve. Lumen publica su poesía completa
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónManuel Vilas lleva toda la vida escribiendo poesía. Se casó con ella, se divorció de ella y se casó con otra… ¡que resultó ser también poesía! O eso dice él. Incluso hasta en sus versos más roncos, una lenta belleza se despliega en el razonamiento ... de su lenguaje. Las palabras de Manuel Vilas son honestas como un descalabro. Se manifiestan, directas, como una aparición. Eso es 'Una sola vida', el libro con sus poemas que Lumen publica este mes y que atornilla a sus lectores al Vilas más depurado, elegante y luminoso.
Sin ser una antología, aunque esa sea su naturaleza, 'Una sola vida' reúne la poesía publicada por Vilas a lo largo de los años. Muchos de sus poemas han sido reescritos, e incluye también versos inéditos. Dice él, en las palabras introductorias, que se trata de un testamento literario, una figura desafortunada para un autor que tiene mucho por escribir y que con esas palabras transmite una grandilocuencia contraria a la frescura de sus páginas.
Hasta en sus momentos oscuros, la poesía de Vilas conmueve. «Otra vez estoy al mando del gran ejército de la desesperación», escribe en uno de sus poemas más tempranos, textos que no envejecen porque contienen en sus palabras a todos los desesperados del mundo. Vilas es una casa donde refugiarse cuando sopla el desanimo, y no porque induzca a un optimismo forzado o una belleza de utilería, sino por su capacidad para nombrar la incertidumbre, cuando la hay, y la plenitud cuando la encuentra.
'Una sola vida' está dividido siete partes, cada una se llama como los días de la semana. Para tejer el hilo narrativo, Manuel Vilas añade un atributo, una característica o una situación a cada una: lunes, de «rebeldía y juventud»; martes, «de un hombre de 40 años»; miércoles, «un número de teléfono»; jueves, «la alegría»; viernes, «la historia»; sábado, «el poeta de cincuenta años», y domingo, que corresponde a «todos los colores del mundo».
«¿Qué hay en esta semana? Una invitación a viajar, besar, soñar, comer, beber, amar, ilusionarse, resistir, persistir en un cuerpo, perseverar, liberarse. Una invitación a las pasiones. Siempre las pasiones. Nunca son bastantes. Aún estamos a tiempo. Si estás leyendo un poema, eso significa que sigues vivo, porque los muertos no pueden leer; por tanto, si aún puedes leer un poema, aún estás a tiempo de vivir más, puedes gozar todavía más», escribe Vilas, que nos advierte que no podemos olvidar que tan solo disponemos de una. Este libro es la bitácora de un viaje largo y profundo hacia el fondo de sí mismo, es el isolario de los que naufragan y tocan fondo. Justo por eso, por hallar belleza ahí donde no existe, larga vida al gran Vilas. Para eso vive un poeta.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete