Hallan durante unas obras en el centro de Roma la cabeza intacta de la estatua de una diosa

La hipótesis de los expertos es que se trata de la cabeza de una estatua de Afrodita, que en la mitología griega era la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor. Su equivalente en la mitología romana era Venus, diosa también de la fertilidad. Muestra un peinado refinado, con el cabello recogido en la parte de atrás, gracias a una cinta anudada en la parte superior de la cabeza.

La superintendencia municipal ha destacado que es de excelente ejecución, esculpida «en mármol, probablemente de Paros». Es un tipo de piedra de grano fino y de color blanco que se extraía en la isla griega de Paros, durante la época clásica helena. Era un mármol muy apreciado y valorado para hacer esculturas. La célebre Venus de Milo fue esculpida con un mármol similar.

Claudio Parisi Presicce, el superintendente municipal, explicó otros detalles del descubrimiento: «El hallazgo se encontró en los cimientos de un muro antiguo, pero se conserva intacto, reutilizado como material de construcción. Yacía boca abajo, protegido por un talud de arcilla sobre el que descansa la cimentación del muro. La reutilización de obras escultóricas, incluso de valor importante, fue una práctica muy común en la Baja Edad Media, lo que permitió, como en este caso, la conservación exitosa de importantes obras de arte«.

El descubrimiento ha tenido lugar durante las obras de remodelación del Mausoleo de Augusto y de la propia plaza Augusto Imperatore. A pocos metros del Mausoleo construido por el emperador romano Augusto en el 28 a.C., se encuentra el Ara Pacis o Altar de la Paz de Augusto, consagrado en el 9 a.C., en honor al regreso del emperador de las campañas militares en Galia y España.

No es el primer hallazgo arqueológico importante surgido durante las obras. También en julio, en el año 2021, la intervención para remodelar el sistema de alcantarillado, permitió el descubrimiento de una gran piedra de mármol travertino. Era una de las que marcaban la frontera sagrada de la Antigua Roma. Habían sido dispuestas por el emperador Claudio (sucedió a Calígula y gobernó Roma desde el 41 hasta el 54 d.C.) para delimitar el «pomerium», es decir, el perímetro inviolable de la ciudad. Se consideró un descubrimiento excepcional, dado el escaso número de este tipo de piedras encontradas hasta el momento: diez en total.

En el límite sagrado que marcaban esas piedras ('cippi'), a lo largo de la muralla, estaba prohibido arar, vivir o erigir edificios, así como cruzarlo con armas.