Diez chicas Tarantino
Excepto en «Reservoir Dogs», sus restantes obras han abundado en musas femeninas y retratos de mujer
Diez chicas Tarantino
Si Dalí tuvo a Gala, Quentin tiene a Uma. Es su debilidad, su amor platónico, su fetiche obsesivo, su objeto de deseo. Oscuro, mayormente, al menos en Pulp Fiction (1994), donde la peinó de faraona pin-up y la lanzó a una pista de baile ... a menear sus divinos huesos con el fondón Tony Manero. Pura fascinación neo-noir.
Artículo solo para suscriptores
Ver comentarios