Se busca mecenas para la casa de Aleixandre... mientras la subasta sigue en el aire

A la situación de Velintonia, la casa que se convirtió el siglo pasado en un refugio para la Generación del 27 y muchos más creadores, se refirió Juan Miguel Hernández León, presidente del Círculo y exdiputado del PSOE en la Asamblea de Madrid. Calificó de «afrenta» que la Comunidad de Madrid (PP) rechazara proteger la casa con la máxima protección patrimonial (BIC), y en su lugar le diera el año pasado la calificación de Bien de Interés Patrimonial (BIP), «que es como si a uno lo clasificaran en segunda división». Alejandro Sanz, presidente de la AAVA, criticó por su parte la «arbitraria y lamentable decisión política».

Consciente de que la declaración BIP difícilmente será reversible, Sanz apeló a un «milagro» para hacer de Velintonia la Casa de la Poesía que su asociación viene reclamando desde hace años. «Quizá hace falta un milagro para que la situación revierta, una voluntad política firme que obvie cualquier interés ideológico y partidista que actúe con sentido común o el mecenazgo de alguna institución o persona con sensibilidad y sentido común y verdadero amor a la poesía, a la historia y a la cultura que quiera embarcarse en la aventura de adquirirla y transformarla en lo que siempre». Entre el público estaba Amaya Aleixandre, sobrina segunda del poeta, propietaria del 60 por ciento de Velintonia, pero no la rama de los Merlo-Usera, que poseen el otro 40 por ciento. No fueron invitados.

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Este enfrentamiento es otra pata del laberinto Velintonia. Después de varios años de desencuentros y sin que ninguna Administración les hiciera una oferta satisfactoria (el último intento fue el de Carmen Calvo en 2007; años después, el Ayuntamiento de Carmena amenazó con expropiar la casa), los Merlo-Usera terminaron solicitando la extinción del condominio. El juez ordenó en abril de 2021 la venta pública en subasta judicial de Velintonia. En junio de 2022 se decretó la publicación del edicto en el Portal de Subastas del Boletín Oficial del Estado, para que la casa saliera a la venta por 4,6 millones de euros, pero hasta la fecha no ha habido novedades.

Fue en este periodo cuando, a iniciativa del Ministerio de Cultura (PSOE) por no tener un «valor excepcional» y sí «significación histórica», la Comunidad de Madrid inició los trámites para la declaración BIP. Esto no contentó a los Merlo-Usera ni a la AAVA, que están alineados con Amaya Aleixandre. Los primeros recurrieron porque entienden que esta protección, aprobada en ese momento, era un obstáculo para encontrar posibles compradores. La figura del BIP impide modificar algunos elementos del inmueble. La AAVA, al contrario, cree que el BIP se queda corto y que Velintonia debería ser BIC, para ahuyentar a especuladores que puedan convertir la histórica casa de Aleixandre en algo completamente distinto. Velintonia lleva años cerrada y es inhabitable desde el año 2001, según se certificó en otro litigio que enfrenta a los herederos.

A la subasta de la vivienda se refirió Manuel Rico, presidente de la Asociación Colegial de Escritores (ACE), en el homenaje celebrado en el Círculo de Bellas Artes: «El Ministerio de Cultura debe defender Velintonia y plantear la compra para que se convierta en la Casa Museo Vicente Aleixandre. Que se establezca un precio razonable porque no podemos esperar más. Han pasado 40 años desde que murió Vicente Aleixandre. ACE se ofrece para intentar sentar a las tres administraciones y plantearles con seriedad que hay que cerrar ese capítulo». La última vez que Ministerio, Comunidad y Ayuntamiento se sentaron fue en julio de 2022. Desde entonces, la única novedad fue la declaración BIC (esta vez sí la primera división) del archivo del poeta, en manos de la viuda de Carlos Bousoño, que fue amigo íntimo de Aleixandre.

Desde entonces, las tres administraciones han evitado referirse a una posible compra de la casa. No ha estado entre sus prioridades y no han mantenido ninguna reunión de trabajo. ¿Cambiará algo el homenaje organizado por la AAVA? Cultura ha reiterado a ABC «cualquier decisión debe ser consensuada entre las tres administraciones», y ha informado de que «hace solo unos días» ha enviado una carta a Comunidad y Ayuntamiento «para retomar los contactos sobre el legado de nuestro premio Nobel». El Ayuntamiento de Madrid, cuyas competencias de Cultura asume Marta Rivera de la Cruz, la consejera que aprobó el BIP de Velintonia, también se ha mostrado dispuesta a «continuar colaborando con las demás administraciones en la tarea de preservar y difundir el legado de Aleixandre a través de todas las opciones posibles». Esa es la postura que mantiene también la Comunidad.

La AAVA y sus miembros hablan de la casa (el poeta Antonio Colinas se refirió en el acto de homenaje por error a la AAVA como la «Asociación de Amigos de la Casa de Aleixandre») y las administraciones hablan de «legado»; esto es, del archivo. Con la declaración BIC aprobada a finales de 2022, su propietaria, Ruth Bousoño, está obligada a abrirlo al público cuatro días al mes o cinco meses cada dos años, pero no parece que el lugar donde se conserva actualmente sea el más apropiado. Y Bousoño ya ha expresado su voluntad de venderlo. «Sería bonito que un mecenas solvente y generoso, como Amancio Ortega, lo comprara», dijo en estas páginas. Así las cosas, parece claro que habrá nuevos capítulos en el complicadísimo caso Aleixandre, y que no lloverá a gusto de todos.