La epopeya de Suzanne Valadon y el espejo medieval de la España antisemita, apuestas del MNAC para 2024

En el horizonte de los plazos aún más largos, la ampliación del museo prevista para 2029, coincidiendo con el centenario de la Exposición Universal, y el encaje de Manolo Borja-Villel, fichaje estrella de la Generalitat que Serra desvincula de la toma de decisiones que afectan al equipamiento. «Es un asesor que trabaja para la Generalitat, un agente externo», ha enfatizado el director del MNAC durante la presentación del programa de actividades. A la espera de su aprobación, el presupuesto previsto para este año es de unos 20 millones de euros, 7% más que en 2023.

En lo artístico, la primera gran exposición de la temporada, 'El espejo perdido. Judíos y conversos en la Edad Media' llegará a Montjuïc la semana que viene, el 22 de febrero, para ahondar en la cada vez más estrecha relación entre el equipamiento barcelonés y el Museo del Prado. La muestra, de hecho, ya se estrenó en Madrid a finales del año pasado, aunque en Barcelona, ha matizado Serra, se podrá ver «dentro de la colección del museo».

Sobre el papel, esto implica que las obras de Bermejo y Berruguete, las caricaturas, sambenitos, grabados y esculturas bizarras que contribuyeron a asentar el retrato antisemita de la España de la Edad Media, convivirán con joyas medievales del propio museo y con el espacio dedicado a los retablos de Lluís Borrasà. Un diálogo que, ha avanzado Serra, tendrá un eco estructural más profundo cuando la exposición abandone Barcelona, ya que el museo aprovechará para reordenar su colección gótica.

Un nuevo espacio dedicado al Maestro de Cabestany y a los fragmentos escultóricos de Sant Pere de Rodes reforzará el flanco románico, y el cómic volverá a meter la patita en el museo de la mano de Jordi Longarón y su serie 'Friday Foster' creada para la prensa estadounidense, pero si hay un nombre que sonará con fuerza en el MNAC en 2024, ese será el de Suzanne Valadon.

Pintora, dibujante, modelo de Renoir y Toulouse-Lautrec y madre de Maurice Utrillo, Valadon fue una de las figuras más fascinante de la Belle Époque y una de las artistas más relevantes de finales del siglo XIX y principios del XX. Una pionera en el París años 20 que, sin embargo, hasta ahora había permanecido ausente de los museos españoles.

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'Suzanne Valadon. Una epopeya moderna' será, de hecho, la primera exposición dedicada a la gran dama de la odaliscas y los desnudos femeninos; la mujer que enamoró a Satie y Degas; la artista que alumbró el postimpresionismo mientras paseaba por Montmartre con un ramo de zanahorias y una cabra y creaba obras icónicas como 'La habitación azul'

Coproducida por el Pompidou de Metz y el Museo de Arte de Nantes, la muestra reunirá a partir de abril más de un centenar de óleos, cartones, dibujos y esculturas que, en Barcelona, se complementarán con obras de Rusiñol, Casas y Miquel Utrillo, pareja de Valadon y padre de su hijo.

El MNAC también recordará la figura del pintor e ilustrador Eveli Torent, coetáneo de Picasso y habitual dels Quatre Gats que, tras una azarosa existencia en París, Nueva York y Barcelona, acabó encarcelado en La Modelo por su relación con la masonería.