Amanda Dotseth: «Contar la Historia de España a través del arte acaba con muchos estereotipos»

El museo se abrió al público en 1965 y fue el primer paso para cumplir la visión de Meadows de crear un pequeño Prado para Texas. Hoy, el Meadows alberga una de las colecciones de arte español más grandes y completas fuera de España. La colección abarca desde el siglo X hasta el XXI e incluye objetos medievales, esculturas renacentistas y barrocas, pinturas importantes de la Edad de Oro y de los maestros modernos.

-¿Cuál es el planteamiento de un museo tan específico como el Meadows ante los retos del futuro?

-Somos particulares, no sólo por la colección y el enfoque en el arte y cultura española, sino que también porque somos un museo académico que forma parte de la Universidad y lo que vamos a hacer más en el futuro es ampliar ese lado de investigación. Y luego también tenemos unas iniciativas muy importantes con programación educativa, abrazando más allá de las Bellas Artes la música y otros aspectos de la cultura española. Entonces con el convenio que hemos firmado con Teatro Real y la ópera de Dallas llevamos músicos, bailaores flamencos… para hacer conciertos, pero también para estar con los estudiantes. También continuamos esa colaboración con la Fundación Arco por la que exponemos el arte artistas contemporáneos españoles menos conocidos en Estados Unidos. Es decir, hablamos de colaboraciones que no son sólo préstamos de obras, que siempre es muy importante en nuestra filosofía, pero también hacer esas conexiones más profundas entre el público y mejorar y ampliar la perspectiva

-¿Qué artistas contemporáneos han pasado por Dallas?

-Metemos el dedo en la piscina del arte contemporáneo con nuestra colaboración con Fundación Arco. El acuerdo con Arco era para llevar tres artistas cada dos años. Saltamos un año por Covid, pero empezamos con Ignasi Aballí y esa es un poco la fórmula. Hay un comité de aquí para 'iluminar' y luego un comité en Dallas para seleccionar. Es decir, con este proceso elegimos a Ignasi Aballí, montamos una exposición de su obra en el museo y luego vino para una programación. Estamos ahora en el proceso de seleccionar el siguiente. Ha sido una colaboración verdaderamente exitosa porque también tenemos una tradición de coleccionar contemporáneo

-¿Cuál es la importancia de esa huella española en Estados Unidos?

-La misión es contar la historia del arte español o de ser el centro para el estudio del arte y cultura española. Yo veo mi papel un poco como un papel diplomático. No estamos hablando de objetos de cosas, estamos hablando de Relaciones Internacionales y una manera de construir puentes entre dos países, dos culturas, dos personas hasta el nivel micro

-¿El discurso anticolonial, de relectura de la Historia, afecta o ha afectado al Meadows?

-La misión del museo está bastante enfocado en la España peninsular. Eso habla de lo que coleccionamos, no de lo que exponemos. Siempre digo lo mismo: lo que hay en la Historia es lo que hay en la Historia. Es decir, la realidad de la Historia es que España era más que una península. Pero hablando de lo que coleccionamos, nos referimos a la España peninsular. Por otro lado, Texas era parte de España y parte de México antes de formar parte de los Estados Unidos y no podemos evitar ni obviar esta historia. Por eso, por ejemplo, tenemos en la universidad, una colección de fotografías mexicanas, temprana, buenísima…

-¿Es decir que el museo abre el foco a Latinoamérica?

-Claro, en parte. Un ejemplo, fue una exposición de la que yo fui comisaria: los retratos cubistas de Diego Rivera. Muchas veces lo que buscamos son proyectos o temas que pueden informar o añadir investigación a la colección permanente

-¿Cuál es la obra más antigua que conserva la colección y la más contemporánea?

-La más antigua, un capitel de Medina Azahara. Un capital de mármol muy bien elaborado, que tiene una inscripción en árabe preciosa. Y la más contemporánea tiene que ser una obra de Secundino Hernández de 2020.

-¿Siguen comprando?

-Siempre hay que añadir adquisiciones, es decir continuar el legado y la misión del fundador porque él compró hasta su muerte en 1978.

-¿Y cómo y por qué empieza la colección?

-Algur Hurtle Meadows se dedicaba al negocio del petróleo y estaba buscando enclaves nuevos y vino a España. Tenía un acuerdo con el gobierno español y por eso venía aquí para estancias largas. Se enamoraron del Museo del Prado y del arte español. Empezaron él y su mujer Virginia la colección. Ella murió de cáncer. Y fue en ese momento, porque la colección era muy de ellos, que decidió donarlo a la universidad. Luego, se casó con otra mujer y empezaron a coleccionar otras cosas, como escultura moderna, que también tenemos en la colección.

-¿Cuáles son las joyas de la colección?

-Una Sibila de Velázquez, el 'Corral de locos' de Goya fundamental, una de las obras más pedidas…

-¿Cómo se vive esa denominación del Meadows como 'el Prado de Texas'?

-La verdad es que nos encanta, pero somos distintos ya que estamos coleccionando hasta lo contemporáneo y compramos: acabamos de adquirir una obra de José Guerrero de 1970. Pero en el fondo fue El Prado la inspiración y claro, a lo largo de la historia del museo, la colaboración con el Prado también ha sido fundamental. Estoy muy orgullosa de esta etiqueta, claro. Pero en el fondo somos únicos en el mundo.

-¿Sigue la Leyenda Negra pesando sobre nuestra imagen?

-El legado de la leyenda negra sigue porque, claro, la gente viene y ve esos cuadros religiosos oscuros... Y lo mismo pasa con el colonialismo, pero claro, estamos allí para abrir, para contextualizar, para hablar transparentemente de la historia. Es por eso que la investigación es tan importante. Contextualizar en una manera rigurosamente académica y no hablando de emociones. Hay que ser transparentes y honestos con respecto al pasado y el presente. Los investigadores nadamos en grises. Hablar de esos temas, incómodos, es nuestro mayor reto.

-¿Cuáles son los artistas españoles más reconocidos?

-Sorolla por esa imagen luminosa que tiene y que rompe los tópicos de España, Murillo y aquellos artistas españoles que vivieron en Estados Unidos, como Esteban Vicente. Cuando doy clases a los estudiantes muchas veces tienen una visión de España muy reducida.

-¿Os define también esa vocación de sacarnos de la de la de la zona de sombra?

- Sí, sí contar la historia a través del arte acaba con muchos estereotipos.