Un retrato de uno de los amantes de Bacon, vendido por 69,3 millones de dólares

Dyer fue uno de los amantes de Bacon . De una familia de rateros, era alcohólico y estuvo en la cárcel. Bacon era, para él, su salvavidas. Le chantajeaba y, tras una pelea, llegó a llamar a la policía para denunciar que el pintor tenía hachís en su estudio. Se suicidó el día anterior a la inauguración de la gran exposición de Bacon en el Grand Palais de París. Cuenta su biógrafo, Michael Peppiatt, que el pintor sintió un gran remordimiento por la muerte de Dyer: «Me siento tremendamente culpable -confesó-. Todos los que he amado están muertos. O se mataron con el alcohol o se suicidaron. No sé por qué atraigo a este tipo de gente. No hay nada que hacer».

El 14 de mayo de 2013 salía a subasta «Study for a Portrait of P.L.» (1962), de Francis Bacon, en Sotheby's de Nueva York. Es el retrato de otro de sus amantes, Peter Lacy, realizado pocos meses después de su muerte. Lacy era un guapo pianista, con quien mantuvo una relación destructiva y obsesiva: violentas peleas, palizas, celos, cuadros acuchillados... Cuenta Peppiatt que Bacon le confesó: «Nunca antes me había enamorado. Estar enamorado de esa forma tan extrema es como tener una enfermedad espantosa. No se lo deseo ni a mi peor enemigo». «No podía vivir con él, ni sin él -dice Peppiatt-. Lacy le estaba esclavizando física y psíquicamente». El día de la inauguración de su histórica exposición en la Tate recibió un telegrama: Lacy había muerto. Su páncreas no soportó tanto alcohol.

Hubo otros amantes más en la vida de Bacon. El primero fue Eric Hall, un hombre de negocios, banquero y juez de Paz, casado y con hijos, que se convirtió en su mecenas y amante y se arruinó por su culpa. Estuvo con él 15 años. El último, José, un empresario que vivía en Madrid . Se dice que fue el gran amor de su vida. Vino el pintor a Madrid a verle en abril de 1992, desoyendo los consejos de su médico. Hay quien especula con la posibilidad de que viajó para reconciliarse con él tras una ruptura. Durante aquel fatídico viaje murió Francis Bacon. Tras padecer una deficiencia renal y respiratoria, sufrió un ataque cardiaco. Recientemente un amigo del artista ha revelado que dejó a su amante español unos 3 millones de euros.

La primera obra de la subasta de esta tarde en Christie's de Londres ha sido la versión de Damien Hirst de Mickey Mouse . Disney invitó al artista británico a crear una pieza única de arte que combinara la diversión y energía de Mickey Mouse con el estilo único de Hirst. Y así dio vida a «Mickey». La obra, rematada en 902.500 libras (1.482.808 dólares), se ha subastado a favor de la organización solidaria Kids Company (con sede en Londres y Bristol, ayuda a niños y jóvenes en situación desfavorecida desde 1996).

Para Damien Hirst , Mickey Mouse representa «la felicidad y alegría de ser un niño. He querido simplificar su forma a los elementos más básicos, unos simples lunares o puntos. Espero que a la gente le guste porque es algo que se reconoce instantáneamente. Mickey es sin duda un icono universal y muy poderoso». Francis Outred, director de arte de posguerra y contemporáneo de Christies Europa, aseguró: «Como icono de la animación y de la cultura de masas y uno de los diseños clásicos del siglo XX, Mickey Mouse ha sido una inspiración para generaciones de grandes artistas como Roy Lichtenstein, que creó “Look Mickey”, la primera pieza de Pop Art; o Andy Warhol, que le hizo un homenaje en su serie “Myths”. Damien es una incorporación emocionante. Con su lenguaje pictográfico mundialmente reconocido, sus puntos, y aplicándolo a una composición sencilla pero impactante de Mickey, la imagen resultante habla de la manera tan profunda en la que ambos iconos se han instalado en nuestro imaginario colectivo». Quedó sin vender, sin embargo, su obra «Adán y Eva», dos cabezas de terneros en formol.

Otra de las piezas estrella de la subasta es una obra del artista estadounidense Jeff Koons , «Huevo roto (Magenta)» , perteneciente a su serie «Celebración», que salió por primera vez a la venta. Su precio estimado era de entre 10 y 15 millones de libras (12-18 millones de euros). Se ha rematado en 14 millones de libras (23.137.549 dólares). La pieza representa la fragilidad de un huevo de Pascua. «Es un símbolo de nacimiento, como la Venus de Botticelli», dice el polémico artista. Otra de las esculturas de esta misma serie -«Balloon dog (Orange)»- se vendió en noviembre del año pasado por 58,4 millones de dólares, récord del artista. Es el artista vivo más cotizado del mundo.Por otra parte,el lienzo «Abstraktes Bild», de Gerhard Richter, se remató en 19.570.500 libras (32.154.333 dólares).