exposición de fotografía
José Manuel Ballester retrata del lado oscuro y fascinante de la ingeniería
CaixaForum acoge hasta el 30 de julio la muestra -inaugurada ayer por Don Felipe- «60 miradas a Ferrovial», que celebra los 60 años de la empresa española
«Estoy agotado y todavía no he asimilado todo este proyecto», confesaba ayer el fotógrafo José Manuel Ballester (Madrid, 1960), responsable de la nueva exposición que desde ayer y hasta el 30 de julio se puede ver en CaixaForum Madrid , «60 miradas a ... Ferrovial». Una mirada por cada año de trabajo de la empresa española de infraestructuras, que ha querido celebrar su labor de gestión y construcción de espacios, entre los que se cuentan autopistas en Dallas, Chicago, Chile; aeropuertos, como la T4 de Madrid, el de Heathrow de Londres o Gdansk; plantas de reciclaje, puertos, centrales nucleares y espacios culturales, como el propio CaixaForum de Madrid y el Guggenheim de Bilbao (los favoritos del artista); y de esparcimiento –Hipódromo de la Zarzuela.
Noticias relacionadas
La muestra es el fruto de un encargo muy específico por parte de Ferrovial al fotógrafo madrileño hace catorce meses, que Ballester ha realizado en un año, «aunque hubiera necesitado más tiempo», reconoció ayer durante la presentación a la prensa, y minutos antes de que el Príncipe Felipe inaugurara la muestra. El objetivo de la empresa de infraestructuras era «que un gran fotógrafo volcara su mirada en la trayectoria de Ferrovial». Mientras que el reto, «no conocía las dimensiones de la empresa», que se planteó Ballester «fue el de ser útil como artista».
30.000 kilómetros, doce países
Para llevarlo a cabo no dudó en convertirse en un James Bond de la fotografía, superando miedos -como el vértigo- y temperaturas de hasta 60 grados -«que estropearon una de mis cámaras»-. Ballester ha recorrido 30.000 kilómetros y visitado 40 localizaciones en doce países. Ha montando en helicóptero para obtener vistas aéreas, bajado a las profundidades horadadas por tuneladoras, y se ha plantado, sin parar el tráfico, en medio de una autopista de siete carriles.
«Esta muestra ha sido para mí una gran oportunidad en la que he tenido total libertad y medios para trabajar. Con ella se me ha abierto un mundo de posibilidades». El respaldo de Ferrovial le ha dado acceso a territorios vedados a la mayoría de los mortales por las altas medidas de seguridad. Ballester compartió con los periodistas el asombró que le produjo conocer los entresijos de la torre de control del aeropuerto de Heathrow.
Esas inmensas infraestructuras, como la de una planta de reciclaje de basuras, han llevado al artista a reflexionar sobre la necesidad de «buscar soluciones a problemas que actualmente se plantean en una sociedad en la que hay que repensar y reinventar para mantener el bienestar». Insistió en la necesidad «de que hoy todos tenemos que demostrar nuestra utilidad. Mi compromiso es demostrar a la sociedad que el arte es útil», señaló.
«Mi compromiso es demostrar a la sociedad que el arte es útil»Ballester, premio Nacional de Grabado 1999 y de Fotografia 2010, se lamentó de no haber tenido algo más de tiempo para elaborar este proyecto, que en su opinión, se ha quedado «en un retrato incompleto. Ferrovial es mucho más, pero da un idea de su labor en el mundo. Yestamos hablando de una empresa española. He hecho, humildemente, lo que he podido y lo que he sabido. Espero que sirva para reflexionar si este es el mundo que queremos».
Ver el esqueleto
Si bien el objetivo del artista era el de retratar «lo que es un aeropuerto hoy en día», su visión va más allá de lo aparente. «A mí me interesa ver el esqueleto, la parte oscura, las partes invisibles que hacen que las cosas funcionen».
La muestra, comisariada por Rafael Doctor, se distribuye en cuatro espacios de Caixaforum: tres de tránsito, como el hall, donde cuelgan la instantánea más antigua (el Hipódromo de la Zarzuela) y la más reciente (la construcción de una estación de metro en Londres), y la escalera, donde se puede visionar un vídeo. El grueso de la obra, 48 fotografías de dimensiones medianas (Ballester trabaja habitualmente en gran formato), se puede ver en una sala, «que funciona a modo de caleidoscopio», admitió el artista.
Coincidiendo con la muestra, la Editorial Lunwerg ha publicado un libro que recoge una seleccion más amplia, unas 200 fotografías, del proyecto. Incluye además textos del reciente premio Príncipe de Asturias de las Letras, Antonio Muñoz Molina; el arquitecto Richard Rogers, y el ingeniero Javier Manterola. Así como del periodista Fernando González Urbaneja.
Ver comentarios