La Historia que cubrió la arena en Cádiz: desde una tumba megalítica a unas excepcionales termas romanas

Además de estos baños romanos del siglo I en excepcional estado de conservación, con las puertas completas con sus dinteles y varias ventanas, algo insólito en Hispania, los arqueólogos han hallado una tumba monumental intacta de la Edad del Bronce (primera mitad del II Milenio), una fábrica pesquero-conservera romana con piletas de salazón completas junto a una rica villa marítima; y una necrópolis medieval del siglo VIII en el Cabo Trafalgar, frente al cual tuvo lugar la famosa batalla naval de 1805.

Salvo de los restos de la Torre de Meca o de Trafalgar, que mandó construir el séptimo duque de Medina Sidonia en el siglo XVI para proteger la costa de los ataques de piratas y berberiscos y que también ha sido documentada ahora con fotogrametría, no se tenía noticia de ninguno de estos yacimientos. «Había información puntual, como un plano del siglo XIX donde se mencionan las ruinas o unos datos de los años 70 del siglo pasado de un investigador que hizo unas prospecciones en la zona y realizó unos dibujos, pero los hallazgos de la Prehistoria son totalmente inéditos y los de la época romana eran completamente desconocidos», asegura Bernal.

La tumba megalítica, que está siendo estudiada por los profesores Eduardo Vijande, Juan Jesús Cantillo y el catedrático de Prehistoria José Ramos Muñoz, se localizó junto a la carretera que da acceso al faro. Está compuesta por un corredor con cuatro grandes lajas de piedra talladas en cada lateral del pasillo que daba acceso a una cámara de planta circular excavada en la roca . Estaba intacta. Nadie había perturbado el descanso de los siete individuos que allí yacían. En la cámara se encontraron los restos de una mujer en posición anatómica, con un ajuar de cuentas de collar de concha, piedras de colores y algunas piezas de oro, además de un peine de hueso. Los otros se hallaron en el pasillo, en un osario.

El buen estado de conservación de estos restos permitirá a los expertos determinar en un futuro si los difuntos eran parientes, así como sus pautas de movilidad o su dieta. Salvador Domínguez-Bella, catedrático de Ciencias de la Tierra de la UCA estudiará también los materiales encontrados para conocer la procedencia de los ajuares. «Es la primera vez en Barbate y en la comarca que se documentan sepulturas de estas características , que son muy similares a la necrópolis de Los Algarbes de Tarifa», destaca Bernal en una nota. En conversación con ABC añade: «Hemos localizado una tumba, pero probablemente hay muchísimas más» .

De época romana, los investigadores estudiaron las estructuras del Cabo Trafalgar que ya se conocían y han podido confirmar que por la extensión de los restos y su excelente estado de conservación, esta villa marítima del Cabo Trafalgar es una de las más importantes de Andalucía . En las excavaciones han recuperado un capitel corintio y más de doscientos restos de pintura mural coloreada y con decoración geométrica y vegetal del III Estilo Pompeyano, que ahora estudia la profesora Alicia Fernández de la Universidad de Murcia.

La gran villa marítima aterrazada en ese paisaje privilegiado debió de estar habitada por colonos que llegaron de Italia a finales del siglo I a.C. y fue abandonada a mediados del I d.C., quizá por el terremoto que asoló la cercana ciudad de Baelo Claudia (Tarifa).

Los arqueólogos han descubierto que el enclave contaba con una cetaria , una fábrica para la cría y la conservación del pescado donde se elaboraban salsas fermentadas del tipo ' garum '. « Las piletas de salazón están enteras , desde el suelo hasta el remate superior y el coronamiento de los muros, algunas con un metro y medio de profundidad y otras con dos metros», destaca Bernal incidiendo en la rareza que supone encontrarlas completas.

Aunque, sin duda, el hallazgo que más ha llamado la atención son las termas romanas desenterradas en la playa, donde se relajarían y se divertirían los lugareños en época romana al tiempo que se desprendían del fuerte olor del pescado tras las jornadas de trabajo en la factoría de salazón.

Los arqueólogos solo han excavado dos habitaciones, eso sí, espectaculares, con paredes intactas de hasta cuatro metros de altura. Conservan los hipocaustos, esos dobles suelos de las habitaciones calefactadas de los recintos termales romanos, y en las paredes se aprecian los orificios para el anclaje de los dobles tabiques, las llamadas 'concamerationes'.

El edificio se abandonó en el siglo V y la arena lo cubrió formando una duna. «Buena parte de las dunas que hay en esta zona de la playa de Caños de Meca están ahí porque debajo hay restos romanos», asegura el director del proyecto Arqueostra. Bernal está convencido de que en la zona «debe haber más de una hectárea con restos arqueológicos» .

Junto a los baños romanos se han encontrado restos cerámicos de los siglos XII y XIII relacionados con la cercana ciudad de Meca que se cita en fuentes medievales y que mantendría algún tipo de interacción pesquera o portuaria en la costa. En el Cabo Trafalgar, junto al faro, se han descubierto además dos tumbas medievales excavadas en la roca que por los restos humanos aparecidos se han datado en el siglo VIII .

Son tantos y tan valiosos los hallazgos realizados en esta primavera en esta zona de Barbate que en próximas fechas se va a organizar una exposición en el Museo de Cádiz. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ya ha iniciado los trámites para que los restos sean declarados Bien de Interés Cultural (BIC) y garantizar de este modo su protección.

De momento, se van a cubrir preventivamente las estructuras para evitar que se deterioren y para protegerlas, pero se baraja la idea de intentar más adelante musealizar algunos enclaves. «Al estar los restos distribuidos por diferentes lugares en un entorno paradisíaco, en una zona totalmente turística, se prestan mucho para una ruta temática », adelanta Bernal.

El director del proyecto Arqueostra no oculta su satisfacción por los resultados de las investigaciones. « Esto es un salto muy importante porque en el Parque Natural (de la Breña y Marismas de Barbate) no había yacimientos arqueológicos hasta ahora, ni uno, y esto tiene una perspectiva social muy importante de investigación, pero también de puesta en valor y de musealización. Estamos todos muy contentos».