El Congreso da luz verde a honrar a los diez mil españoles muertos de Annual con un siglo de retraso

«A estos soldados les fallaron los políticos, la intendencia y el Alto Mando. Les falló el Estado. En el 100 aniversario de su sacrificio, esto no se puede repetir. Enmendémoslo», urgía en verano Ciudadanos en la exposición de motivos de su iniciativa parlamentaria. El portavoz adjunto del grupo, Edmundo Bal , y el portavoz de Cultura, Guillermo Díaz , señalaron entonces que «lo único que brilló fue el heroísmo y la entrega, la actitud y valentía de los soldados españoles que allí perdieron la vida».

La herida que dejó abierta aquel desastre aún está presente en muchas de las familias de los descendientes de las víctimas, como pudo comprobar ABC en un encuentro organizado con ellos en el periódico este verano . «Mi tío fue enviado a Annual justo dos días antes de que comenzaran las matanzas y jamás regresó. Su cadáver no fue recuperado», explicaba Gerardo Muñoz sobre la masacre acaecida entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921. Según recordó, su abuela, a la que conoció de pequeño, se pasó el resto de su vida abriendo la puerta de casa cada vez que alguien llamaba, con la esperanza de que fuera Miguel, el hijo ejecutado por los rifeños que se presentó voluntario en el cuerpo de Sanidad cuando tenía solo 18 años.

«Esta tragedia siempre ha estado muy presente en mi casa», añadía. Otro de los descendientes, Juan León Luna, calificó el episodio como «la mayor catástrofe militar de la historia reciente de España». Todos ellos coincidían en que el silencio de sus antepasados con respecto al desastre dejó un trauma imposible de superar durante el resto de sus vidas. De hecho, cuando este último visitó Dar Quebdani hace dos años, reconoce que se vino abajo al imaginarse a su padre en aquel vasto territorio en el que su padre, Antonio, estuvo a punto de ser degollado hace un siglo.

«Hemos trabajado mucho para que esta proposición sea aprobada. La clave del éxito ha sido hacer un llamamiento a que la historia de España no sea concebida como de izquierdas o de derechas, sino de todos. Nadie esperaba que fuera a ser aprobada con la mayoría que lo ha hecho. El hecho de haberlo enfocado así, sin dejarnos llevar por el ruido y los prejuicios, ha sido bueno. Siempre hemos pedido a los diputados que sean desapasionados en su visión y se centren en los hechos, no en la cuestión de si los protagonistas de Annual irían hoy en día con uno u otro partido, porque no lo saben. La historia es patrimonio de todos los españoles y hay que emplearla para unir y no para confrontar», comenta Guillermo Díaz a ABC tras la aprobación.

En 1921, el caos respecto al hito más sangriento de la guerra de Marruecos fue tan grande que las autoridades ni siquiera fueron capaces de determinar el número exacto de víctimas, cifrada en torno a los diez mil mencionados. Sin embargo, el historiador Sebastian Balfour contabilizó los muertos en trece mil solo en las filas españolas, mientras que Geoffrey Regan las elevaba a veinte mil en su ‘Historia de la incompetencia militar’ (Crítica, 1989). Fue tan grave lo acontecido, que el Gobierno de la Restauración impidió a los medios de comunicación referirse a ello, con el objetivo de que no cundiera el pánico entre la población. «El lector advertirá hoy una ausencia total de información sobre África. Se ha establecido la censura previa», advertía ABC entonces.

Tardaron décadas en llegar a España el sufrimiento de los españoles en aquella pequeña población del noroeste de Marruecos, a tan solo 60 kilómetros de Melilla, donde muchos de los cadáveres fueron descuartizados con saña por las hordas indígenas de Abd El-Krim y olvidados sobre el terreno para siempre. Tan crítica y desesperada fue la situación, que algunos de nuestros soldados se mataron entre sí para hacerse con un transporte en el que huir. El escritor Ramón J. Sender recordó posteriormente cómo las mujeres indígenas seguían a la retaguardia mora torturando y rematando a los heridos. A muchos les arrancaron las muelas mientras estaban vivos para hacerse con el oro de las fundas y los empastes. A otros, incluso, los abrieron en canal a golpe de gumía.

«La proposición está muy enfocada a no valorar la guerra como tal y a centrarnos en los muertos españoles. También hemos hecho especial hincapié en la carga del Regimiento Alcántara», continúa Díaz, en referencia a los militares que se sacrificaron para despejar un camino por el que huían entre dos mil y tres mil soldados españoles. Y subraya: «Sin embargo, no hemos querido entrar, para conseguirlo, en las circunstancias políticas que todavía hoy son muy controvertidas por el tema del expediente Picasso y la corrupción que rodeó a todo aquel suceso. Podemos ha dicho que no están de acuerdo en que sea un desastre, porque era un pueblo librándose de sus colonizadores, en referencia a los rifeños. No está de acuerdo en los términos, aunque reconoce que puede ser pertinente homenajear a los muertos, siempre y cuando se incluyera también a los rifeños y se han abstenido».