El camino hacia las primarias del PSPV se despeja, al menos en lo que a la cuota alicantina se refiere. Los afines a la exministra Leire Pajín, organizados en torno a la dirección provincial que lidera el edil aspense David Cerdán, han optado por apartarse de la batalla y garantizar su apoyo al secretario general, Ximo Puig, en la pelea por la candidatura del PSPV a la Generalitat.

En el último medio año, el sector pajinista había amagado con postular un candidato propio al proceso interno del PSPV, en el que por el momento solo parecen fijos el propio Puig y el vicesecretario general y portavoz de los socialistas valencianos, Francesc Romeu. Una maniobra que, sin embargo, no ha pasado de unos pocos contactos preliminares con otras sensibilidades del partido. Según explican fuentes conocedoras de la operación, el escaso respaldo recabado por los pajinistas ha motivado su determinación de garantizar su apoyo a Puig.

En Blanquerías los movimientos de los afines a la exministra –que, aunque discretos, eran de sobra conocidos– siempre se interpretaron en clave de negociación desde una posición de fuerza. Es decir, postular un posible candidato para luego negociar con Puig una cuota en las listas autonómicas y municipales de 2015 a cambio de retirar a dicho aspirante. En esa estrategia, el nombre que sonaba con más fuerza era el del propio secretario provincial, David Cerdán –tal como publicó ABC en su momento–. Pero no el único.

También se mantuvieron contactos con los restos del sector identificado en su día con el exsecretario general del partido Jorge Alarte –derrotado precisamente por Puig en el congreso nacional del PSPV celebrado en marzo de 2012 en Alicante–, con el objetivo de mejorar las opciones del órdago. En este contexto, se llegó a poner sobre la mesa el nombre del alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa –uno de los dirigentes locales del PSPV afines a Alarte con mejor cartel, alabado en su día incluso por el entonces «número dos» de Zapatero en el PSOE, José Blanco–.

Como en el congreso de 2012

Las conversaciones con Fernández Bielsa, sin embargo, no fructificaron, y el sector pajinista no logró recabar entre las bases del PSPV un respaldo suficiente para plantear batalla. En este sentido, las mismas fuentes explican que en el fracaso de la estrategia han pesado tanto el alejamiento de la exministra de la política activa –sigue con su cargo en la Organización Panamericana de la Salud, en Nueva York– como la pérdida de poder municipal por parte de los pajinistas, que han pasado a la oposición en casi todos sus antiguos feudos.

La convocatoria de las primarias en marzo, aprobada por Ferraz sobre la base de un supuesto adelanto electoral en la Comunidad –que Puig sigue exigiendo para justificar la citada convocatoria interna–, terminó de decidir a los pajinistas de abandonar su estrategia, al carecer de tiempo material para proseguir con los contactos. De esta forma, los afines a la exministra repetirán en las primarias el mismo movimiento que en el congreso nacional que ganó Puig: apoyar al castellonense a cambio de una posición de privilegio en el partido. Entonces fue la vicesecretaría general para Pajín, y ahora, cuota en los puestos de salida.