Los dos soles que ocultaban otro planeta

El planeta recién descubierto se llama BEBOP-1c, por el nombre del proyecto que recopiló los datos. BEBOP significa 'Binarios Escoltados por Planetas en Órbita'. El sistema con dos estrellas BEBOP-1 es conocido también como TOI-1338.

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Hace ya tres años, en 2020, se descubrió un planeta circumbinario, llamado TOI-1338b, en el mismo sistema estelar pero utilizando datos del telescopio espacial TESS de la NASA, al que también contribuyó el equipo de Birmingham. Aquél mundo fue descubierto con el método de tránsito y se le detectó tras observar en varias ocasiones cómo pasaba por delante de la más brillante de las dos estrellas.

«El método de tránsito - explica Matthew Standing, de la Universidad de Alberta y autor principal del estudio- nos permitió medir el tamaño de TOI-1338b, pero no su masa, que es el parámetro más fundamental».

Ya desde entonces, sin embargo, el equipo de BEBOP estaba monitoreando el sistema utilizando otro método de detección, que en ese momento era conocido como método Doppler. También llamado método de oscilación o método de velocidad radial, la técnica se basa en medir con precisión la velocidad de las estrellas, que se altera levemente a causa de los 'tirones gravitatorios' de los planetas que la orbitan, revelando su presencia.

Usando instrumentos de última generación instalados en dos telescopios ubicados en el desierto de Atacama en Chile, el equipo intentó medir la masa del planeta observado por TESS. Pero a pesar de sus mejores esfuerzos y de varios años de trabajo, no pudo lograrlo. En vez de eso, descubrió un segundo planeta, BEBOP-1c del cual, esta vez sí, logró medir su masa.

«Hasta ahora -dice David Martin, de la Universidad estatal de Ohio y coautor del hallazgo-, sólo se conocen 12 sistemas circumbinarios, y este solo es el segundo con más de un planeta».

«BEBOP-1c -explica Standing por su parte- tiene un período orbital de 215 días y una masa 65 veces mayor que la de la Tierra, que es unas cinco veces menor que la masa de Júpiter. Fue un sistema difícil de confirmar, y además nuestras observaciones fueron interrumpidas por la pandemia de COVID cuando los telescopios en Chile cerraron durante seis meses durante una parte crítica de la órbita del planeta. Una parte de la órbita que solo volvió a ser observable el año pasado, cuando pudimos por fin completar la detección».

Por el momento solo se conocen dos planetas en el sistema circumbinario TOI-1338/BEBOP-1, pero nada impide que se identifiquen más en el futuro, con observaciones similares a las realizadas por el equipo de Birmingham.

Aunque resultan extremadamente raros, los planetas circumbinarios son importantes para impulsar la comprensión de lo que sucede cuando los mundos nacen. «Los planetas -explica la Lalitha Sairam, investigadora de la Universidad de Birmingham y segunda autora del estudio- se forman en un disco de materia que rodea a una estrella joven, donde la masa se acumula progresivamente hasta formarlos. En el caso de geometrías circumbinarias, el disco rodea a ambas estrellas. Y a medida que las dos estrellas se orbitan entre sí, actúan como una paleta gigante que perturba el disco cercano a ellas e impide la formación de planetas, excepto en regiones tranquilas y alejadas de la binaria. Es más fácil señalar la ubicación y las condiciones de formación de planetas en sistemas circumbinarios en comparación con estrellas individuales como el Sol».

Por ahora, el equipo no conoce el tamaño de BEBOP-1c, solo su masa. Pero los investigadores intentarán usar el método de tránsito para averiguarlo. En el futuro, el Telescopio Espacial James Webb dedicará algunas horas a estudiar el sistema, y aportará sin duda los datos que faltan.