Descubiertas las erupciones volcánicas más recientes de la península ibérica

Ocurrieron en lo que hoy es la provincia de Gerona hace 8.300 años

Pequeñas erupciones volcánicas podrían desencadenar una catástrofe mundial

El Parque Natural de La Garrotxa engloba numerosos conos volcánicos que han sido activos en los últimos 700.000 años Llorenç Planagumà (Tosca Environment Services of Education)

ABC Ciencia

Madrid

Lo que hoy es la provincia de Gerona tenía volcanes activos hace solo 8.300 años. Esta es la principal conclusión de un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores que ha estudiado la evolución paleoclimática del Campo Volcánico de La Garrotxa. El ... hallazgo, dado a conocer en las revistas 'The Holocene' y 'Scientific Reports', extiende el vulcanismo en la península ibérica durante casi 6.000 años más de lo que se creía.

El estudio, en el que ha participado el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social (IPHES), se ha realizado sobre un sondeo de 14 metros de profundidad en el Vall d´en Bas (Girona). Dicha actividad volcánica hizo que varias coladas volcánicas obturasen el valle del río Fluvià cerca de Olot y se formara un gran lago en la llanura que en la actualidad se conoce como Pla de les Preses.

Los sedimentos que se depositaron en este antiguo lago rodeado de volcanes, que incluyen numerosas capas de cenizas y lapilli volcánicas, han sido estudiados por distintos especialistas, analizándose indicadores sedimentarios, paleoclimáticos y biológicos como la cronoestratigrafía, sedimentología, polen, ostrácodos, algas lacustres, diatomeas, etc.

Localización del lugar donde se realizó el sondeo

Todo ello ha hecho posible reconstruir la evolución paleoclimática de los últimos 13.000 años del noreste de la península ibérica, el vulcanismo de La Garrotxa, y el impacto de dichas erupciones en los ecosistemas vegetales, lacustres y en las poblaciones humanas mesolíticas de la zona.

En el área más cercana a la zona de actividad volcánica (hasta 50 km) y durante los eventos de erupción volcánica, diferentes procesos como los flujos de lava, depósito de materiales volcánicos, lluvia de ceniza, emanación de gases, aerosoles, flujos piroclásticos y terremotos, afectaron a la flora y fauna (biorecursos) así como la calidad del aire y del agua, y constituyeron un peligro para las poblaciones humanas.

En ese sentido, y a partir del estudio de yacimientos arqueológicos cercanos, se observa que las poblaciones de cazadores-recolectores más cercanas abandonaron el área temporalmente durante los períodos de alta actividad volcánica, para luego regresar en épocas de quietud, demostrando una alta capacidad de reorganización y adaptación.

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