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Las ratas aprenden a jugar al escondite ¡y lo hacen muy bien!

El experimento arroja luz sobre el comportamiento lúdico en los animales

En la imagen y en el vídeo, una rata jugando al escondite Reinhold, Sanguinetti-Scheck, Hartmann & Brecht
Judith de Jorge

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Cualquiera que haya pasado por la experiencia de la paternidad sabrá que los niños pequeños aprenden a jugar al escondite con bastante facilidad. Captan pronto qué hacer si les toca esconderse o si, en cambio, son «el que la liga». También es habitual que ... revelen con risas o susurros -o directamente con un «estoy aquí»- el rincón donde están ocultos, porque quizás la parte más divertida a esa edad sea ser atrapado. El hecho es que este entretenimiento les fascina, por lo que no es extraño que se encuentre en prácticamente todas las culturas del mundo. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad Humboldt en Berlín ha descubierto que las ratas también pueden aprender a jugar al escondite con los humanos . Y que lo hacen sorprendentemente bien.

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