«Nadar es como meditar en movimiento»

Más allá de esos beneficios, hay otros que ayudan directamente a nuestra mente. Mientras nadamos liberamos endorfinas, que por lo general ayudan a regular el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo. También, la actividad acuática aumenta la concentración , pues nos ayuda a mejorar la capacidad para focalizar y la claridad mental. Esta última idea es la base de 'Por qué nadamos' (geoPlaneta), un ensayo en el que la periodista Bonnie Tsui, especializada en el mundo acuático, hace un recorrido por la historia de la natación. Pero no solo eso, se adentra en el mundo del agua para explicar por qué aun siendo seres terrestres, el agua sigue jugando un papel muy importante en nuestra vida.

A lo largo de las páginas del ensayo la autora explora esa conexión con el mar y las piscinas que, argumenta, tenemos todos. Asimismo, habla de cómo el agua puede ser fruto de unión, al igual que muchas veces lo ha sido de desigualdades o por qué nadar nos une a los demás. Hablamos con Bonnie Tsui en ABC Bienestar sobre esa relación del humano y el agua, y cómo puede influir nadar en nuestra vida.

¿A qué se refiere en el libro con la idea de que 'siempre volvemos al agua'?

Si nos remontamos a nuestro pasado, evolutivamente hemos salido del agua. Vivimos en el medio terrestre, y hemos evolucionado para adaptarnos a ello, pero aun así regresamos al agua una y otra vez; la necesitamos para sobrevivir, a nivel biológico. Pero, además, es algo más lo que sentimos cuando estamos cerca de ella: mirar al mar, escuchar el sonido de una cascada, sentir cómo el agua sostiene nuestro cuerpo en una piscina. Es estimulante y agradable para nuestro cerebro: nos hace sentir bien.

¿Qué relación hay entre la natación y el dolor?

La natación es liberarnos de la gravedad. Es hacer ejercicio y moverse con el apoyo del agua; la flotabilidad reduce el impacto en nuestras articulaciones, y la presión del agua aumenta la circulación de nuestro cuerpo. Nuestros niveles de dopamina aumentan con la inmersión y el ejercicio. Para aquellos que sufren dolores, ya sea crónico o por algo específico en cierto momento, el ejercicio dentro del agua tiene beneficios una vez salimos de ella.

¿Puede nadar ayudarnos a estar más centrados en el presente?

¡Totalmente! Todo lo que tienes que hacer es quedarte al borde un trampolín, o estar en medio del océano, para ver cómo esa experiencia nos hace sentir más alerta, más vivos. Cuando estás buceando, cuando nadas debajo de las olas, estás muy atento a todo lo que te rodea. En ese momento, todo lo demás se deja a un lado, y te centras en la aguda inmediatez de la experiencia.

¿En qué pensamos cuando nadamos?

Le he hecho esa misma pregunta a muchos nadadores, y las preguntas son como si fuera el test de Rorschach. Yo por ejemplo, pienso en mi lista de cosas que hacer. Pienso en cómo siento ese día mi cuerpo, y cómo siento el contacto con el agua. Hay veces que echo una carrera imaginaria con la persona que tenga al lado. Miro a los pájaros y a los aviones y pienso a dónde irán. A veces no pienso en nada. En qué piensas depende de la persona que seas, de dónde y en qué momento estás. Y eso es lo bello de nadar, que invita a tu mente a expandirse.

¿Podemos encontrar beneficios en nadar a cualquier edad? ¿Incluso siendo muy niños, o ya muy ancianos?

¡Sí! Otra cualidad muy buena de nadar es que, una vez que aprendes y te sientes cómodo en el agua, encontramos placer y diversión en ella a cualquier edad. La práctica de la natación tiene una gran longevidad, y también aumenta esta.

¿Cómo una actividad individual como nadar puede ayudarnos a conectar con los demás?

Me gusta mucho el que nadar sea una actividad individual de cierta manera, pero a su vez colectiva. Cuando nadas, te 'metes' en ello y estás a solas con tu cabeza, con tus sentidos y con tu cuerpo. Es como si fuera una meditación en movimiento. Y aun así compartes el agua con otros, y de esa manera estáis conectados. Puedes encontrar comunidad en un equipo, en una piscina o en los vestuarios. Puede que veas a la misma gente día tras día en tu piscina local; puede que solo habléis un momento, u os saludéis rápidamente. Pero es un ritual en el que compartes con otros esta práctica, su belleza y significado, y eso es algo muy humano.