Claustrofobia

Como en todo, hay grados de claustrofobia y hay muchas de las personas que la padecen la superan por sí mismas y otras necesitan terapia para controlar y superar los síntomas. Porque hay que tener en cuenta que la gente que tiene esta fobia no suele tener miedo al espacio cerrado en sí, si no a las consecuencias negativas que puede tener quedarse encerrado en ciertos lugares, de ahí que muchas personas con claustrofobia eviten espacios como los ascensores, el metro, los túneles, los aviones o las habitaciones pequeñas.

Como hemos comentado antes, la claustrofobia es una de las fobias que más padece la sociedad actual. Se dice que entre un 6-7% de la población mundial la tiene, sin embargo, son muy pocas personas las que están diagnosticadas. Hay que entender que una persona no tiene claustrofobia porque se agobie si de repente va en el ascensor y este se para. Tiene que darse otro tipo de condicionantes para decir que padece claustrofobia, algunos de estos son:

- Temor severo, constante e irracional ante la presencia o anticipación de la situación de encontrarse en un espacio cerrado.

- Si la persona se encuentra en un espacio cerrado, su respuesta siempre es la misma: un ansia inmediata de salir que puede derivar en una crisis de ansiedad .

- La persona es consciente de que su miedo es excesivo e irracional.

- Siempre que puede, intenta no estar en espacios cerrados y si al final, acepta estar, no lo va a hacer a gusto y se mostrará ansioso por irse.

- Los síntomas deben durar más de seis meses si el paciente es menor de 18 años.

Lo normal es que una persona con claustrofobia ante la exposición a estar en un espacio cerrado sienta temor a quedarse ahí encerrado o bien a ahogarse por falta de aire . Estos temores irracionales suelen derivar en un estado de ansiedad en el que se dará una sudoración excesiva, palpitaciones, presión en el pecho y sensación de asfixia.

Poco se sabe de las causas de la claustrofobia, aunque muchas de las personas afectadas la desarrollan durante la infancia o adolescencia y también lo pueden padecer más los niños que han crecido con un padre o madre claustrofóbico.

En un primer momento, se basará en la historia que cuente el paciente sobre alguna experiencia real vivida. Además, existe una escala de claustrofobia en la que al paciente se le realizan preguntas para evaluar sus niveles de ansiedad.

Lo principal en esta y otras fobias es acudir a un profesional a que evalúe nuestro caso. Una vez diagnosticado los métodos más efectivos para curar la claustrofobia son los siguientes:

- Terapia cognitivo-conductual en la que el profesional especializado en claustrofobia suele trabajar con el paciente para que se exponga a situaciones que temen y sepa cómo actuar en cada caso. Se les enseña técnicas de respiración y control para que las personas claustrofóbicas sepan afrontar los síntomas y reestructure sus pensamientos para que sea capaz de evitar los anticipatorios y obsesivos.

- La meditación con la que se intenta profundizar en el posible origen del problema.

- Medicación . Cuando el paciente sufre una crisis o la fobia es muy grave, puede ser necesario mitigar el malestar con medicamentos. Es algo puntual y que se debe complementar con terapia.

- Exposición interoceptiva , que es un método que intenta recrear las sensaciones físicas del paciente cuando se halla en una situación claustrofóbica, pero en un entorno seguro y controlado.

La realidad es que la claustrofobia, como otras fobias se puede llegar a controlar, pero si los síntomas se agravan a pesar de las técnicas para paliarla hay que acudir a un psicólogo profesional para que guíe al paciente y que esta fobia no llegue a limitar muchos aspectos de su vida.