Powerlifting para principiantes: cómo, cuándo y por qué

Si lo de levantar kilos no es de culturistas ¿Qué nos queda? Pues ni más ni menos que dos deportes. Uno de ellos, la halterofilia, que es disciplina olímpica y consta de dos levantamientos que precisamente se les conoce como 'olímpicos': la arrancada y el dos tiempos. En ambos se lleva un peso desde el suelo a una posición de bloqueo por encima de la cabeza, sintetizando mucho la arrancada es un levantamiento en el que una vez que empezamos a mover la barra ya no se frena hasta el final, mientras que en el dos tiempos sí que hay una parada intermedia y de ahí su nombre.

La otra disciplina que nos queda y que es la que titula este artículo es el powerlifting. Su traducción como 'levantamiento de potencia' puede llevar a más confusión de la que ya existe así que hablaremos de ella bajo el término que más gente identifica. El powerlifting es un deporte compuesto de tres levantamientos fundamentales: el peso muerto, la sentadilla y el press de banca. El atleta que se dedica al powerlifting tiene tres intentos en cada uno de dichos levantamientos y su clasificación absoluta la marca la suma de sus tres levantamientos máximos válidos (uno por movimiento). Puede parecer un deporte muy bestia pero, sin llegar a la complejidad técnica de la halterofilia, en el powerlifting hay una cantidad de regulaciones y especificaciones técnicas que jamás podrías llegar a imaginar si solo has visto los clásicos vídeos que vuelan por Internet cuando se consigue un récord del mundo o se produce una lesión grave de algún atleta.

Ser principiante en un deporte de este tipo puede resultar muy hostil. No se tiene muy claro dónde nos estamos metiendo, tampoco hay información accesible de calidad salvo la que está pensada para personas que ya lo practican y, en muchas ocasiones, la capacidad de analizar adecuadamente los contenidos que encontremos en Internet va a ser un reto. Hay que tener en cuenta que una metodología o un entrenador inadecuado puede llevarnos como mínimo a perder tiempo y dinero. En el peor de los casos podríamos lesionarnos gravemente. Estos serían los primeros pasos a seguir si queremos probar a especializarnos en powerlifting:

Es la decisión más importante. Para entrenar powerlifting vas a necesitar gran cantidad de material especializado y un espacio preparado para utilizarlo. Di adiós a los gimnasios con interminables máquinas de cardio con cien canales de televisión y un suelo bonito pero frágil con gente paseando y cruzándose de lado a lado mirando el móvil. El Crossfit ha hecho un gran favor al powerlifting y la halterofilia al haber multiplicado el número de instalaciones con material adecuado para entrenar estas dos disciplinas. No todo son las instalaciones, el tipo de cliente te dirá rápidamente si estás en un sitio donde no te vas a sentir un marciano al ponerte 150 kilos en sentadilla y 200 en peso muerto, por dar dos cifras al azar y sin contexto (entiéndase que no son marcas concretas de nada, ni intentan marcar qué vale y qué no).

Es importante encontrar personas motivadas que compartan objetivos de fuerza similares, que te acojan y permitan entrenar con ellos. Tener acceso inmediato a los consejos y orientación de levantadores experimentados te ayudará mucho como levantador principiante. Intenta encontrar un grupo con unas aspiraciones y contexto similar al tuyo. Si estás buscando convertirte en un nuevo miembro de pleno derecho de Westside Barbell, pues te deseo mucha suerte intentando encontrar tu sitio. El valor de los buenos compañeros de entrenamiento no se puede subestimar.

Actualmente hay innumerables entrenadores que brindan un abanico casi infinito de programas de entrenamiento. El problema es que si eres principiante toda esta oferta puede llevarte fácilmente a 'comprar' sistemas que no funcionan o no van a funcionar en tu caso aunque sean buenísimos debido a que exigen cierto nivel de experiencia. En general un entrenador es tan bueno como las personas de las que ha aprendido, los lugares en los que ha entrenado él o ella o en los que ha entrenado a otras personas, además de la información que fácilmente puedes deducir de su filosofía de vida y de enfocar el deporte. Recuerda que hacer un marketing maravilloso no implica ser un grandísimo entrenador, ni viceversa.

Si te motiva darle duro a la sentadilla, el peso muerto y el press de banca para intentar levantar los pesos más altos posibles es una tarea difícil en sí misma. Si encima intentas hacerlo en un gimnasio nada preparado para ello, rodeado de gente cuyos objetivos son prácticamente opuestos a los tuyos, y con una 'tabla' de ejercicios que te ha soltado alguien que deambula sin motivación por la sala, solo te lo pondrá más complicado. Tómatelo en serio desde el principio y ahorrarás tiempo, dinero y salud.