Levantamiento de piedra Atlas, entrena tu fuerza y retoma el contacto con tus ancestros
Analizamos uno de los ejercicios de fuerza más completos que puedes realizar
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Iniciar sesiónCabe pensar que ponerse a levantar piedras es un acto de regresión digno únicamente de personas que comen los melones sin pelar. Pese a cualquier prejuicio que alberguemos sobre el gusto de algunos y algunas (y 'algunes', que aquí hay de todo) por echarse al ... hombro cualquier cosa pesada que vean en el suelo, lo cierto es que desde hace miles de años, el ser humano se ha visto en la necesidad de levantar cargas pesadas aunque solo fuera por su práctica habitual de desplazarse de un lado a otro junto a sus enseres.
Es verdad que hoy existen las empresas de mudanzas, pero también existen los taxis y sin embargo la gente está entusiasmada pensando que al caminar diez mil pasos su salud está a salvo. Conviene tener bastante más actividad física que caminar y, lo siento, es muy recomendable saber levantar cargas externas. Como salir a la calle para abrazarse a un buzón de correos, o un banco de un parque e intentar desplazarlos puede resultar inquietante, existen unas piedras modernas (tiene chiste) especialmente moldeadas con forma esférica llamadas piedras atlas. Ejercitarse levantando estas piedras es una elección fantástica para ganar fuerza general. Veamos cómo hacerlo con seguridad de la mano de Adrián Sandoya, entrenador de CrossFit Singular Box, centro que entre sus especialidades cuenta con clases de Strongman en las que la piedra Atlas es una de sus protagonistas y donde aprender a manejarla con total seguridad:
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Paso 1: Agarrando la piedra
Para agarrar la piedra atlas, debes rodear su diámetro central con las manos. Puedes tener los dedos bien abiertos o más juntos. No existe una postura perfecta para todo el mundo, pero sí que tenemos que tener en cuenta que no vamos a levantar ese peso tirando de nuestros bíceps (el brazo debe estar extendido) y tenemos que intentar introducir nuestras manos bajo la piedra todo lo posible. Para evitar tensionar el bíceps, recuerda apretar los brazos con fuerza contra la piedra y piensa en ellos como ganchos mientras la cadena posterior hace el trabajo de levantar la piedra del suelo.
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Paso 2: Abrazar la piedra
El roce hace el cariño, que la piedra no te de repelús. Para colocar la piedra en una buena posición para poder elevarla después, lo primero que tiene que ocurrir es que pase las rodillas. Esta fase del movimiento sería, salvando algunas distancias, prácticamente la misma que realizamos al hacer un peso muerto. Una vez más, debes evitar levantar la piedra utilizando la fuerza de tus brazos. La espalda debe mantenerse lo más neutra posible. En cuanto la piedra pasa las rodillas, debes sentarte en posición de sentadilla frontal, aunque aquí es normal que la espalda se redondee porque lo que queremos es abrazar la piedra acercándola a nuestro cuerpo. Sin miedo. Cuanto mayor sea la carga es posible que necesitemos una posición de sentadilla más profunda y que cada vez sea más importante que entre nuestro cuerpo y la piedra no quepa ni una aguja ¡Aprende a amar las rocas!
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Paso 3: Cargar la piedra a hombro
Cuando se trata de cargar la piedra hay que insistir de nuevo en que tus brazos nunca serán suficientemente fuertes para levantar esos pesos. Aunque hay varias opciones, la más efectiva es realizar un gesto de 'catapulta' buscando una extensión de las rodillas para ayudar a implicar nuestros glúteos y generar un impulso extra que será el que te ayude a mover la carga con suficiente inercia para llegar arriba. Es imprescindible que no se ablande ese abrazo con el que has conseguido que la piedra y tú seáis un único ser, de lo contrario es fácil que resbale o que se quede en la mitad del recorrido de subida. Cuanto más explosivos seamos en la extensión de cadera y mejor coordinemos la inercia generada con la ayuda final de nuestros brazos para que la piedra 'ruede' hasta llegar al hombro, mayores cargas seremos capaces de mover.
Beneficios de levantar piedras Atlas
Te hará más fuerte frente a posiciones incómodas y vulnerables
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Levantar piedras ayuda a aumentar la fuerza y el tamaño de los glúteos, los isquiotibiales y la parte superior de la espalda. No estoy afirmando que sea el ejercicio más eficaz para desarrollar estos grupos musculares, creo que no verás a un culturista dedicando tiempo a la piedra atlas, pero puede ser una buena opción para alguien que quiere fortalecerse y ganar algo de masa muscular mientras se divierte entrenando. Las piedras también pueden fortalecer el cuerpo en posiciones incómodas o vulnerables, ya que el tamaño de la piedra no permite que el levantador mantenga una columna neutra. Exponer el cuerpo a resistencia en estas posturas incómodas podría beneficiar a los deportes que requieren fuerza en posiciones inverosímiles tales como el rugby o la lucha libre.
Si te gusta la disciplina de Strongman, este ejercicio es imprescindible
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Las piedras son a menudo el último evento de las competiciones del World's Strongest Man, circunstancia en la que muchas veces está en juego el título. No creo que absolutamente nadie que lea este artículo se vea en esta circunstancia, pero os dejo un vídeo para poner en perspectiva el nivel de esfuerzo de este momento.
Desarrollar fuerza en todo el cuerpo
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Las piedras del Atlas requieren que todo el cuerpo trabaje al unísono. Los glúteos, los isquiotibiales y la espalda baja se contraen poderosamente para cargar una piedra. En la parte superior del cuerpo, la espalda alta, los antebrazos y los bíceps trabajan duro para mantener la piedra en su lugar y que no se nos escape mientras que los glúteos y los isquiotibiales hacen el trabajo de colocar la piedra en su posición. Los pectorales también deben ayudar a apretar la piedra, algo que puede no sonar lógico hasta que lo pruebas, y los abdominales trabajan para mantener rígido el torso.
En su esencia, levantar piedras atlas es levantar un objeto del suelo, así que será de gran ayuda en gestos de tu vida cotidiana, además de contribuir a mejorar en otros ejercicios como el peso muerto o la sentadilla por nombrar dos muy evidentes ¡Dale una oportunidad a las piedras!
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