Cuidados
Baños de agua fría o de agua caliente: qué nos conviene más
El agua fría y el agua caliente tienen una serie de beneficios que hacen que sea necesario alternar una ducha de cada tipo
¿Baños de agua fría o de agua caliente?
Si una ducha templadita es lo que tu cuerpo te pide por las mañanas, no estás solo. Y ya ni hablemos en otoño e invierno, cuando ajustamos la temperatura y tranquilamente el agua que nos cae roza los 40 grados. Pero, ¿sabías que las duchas ... frías también deben tener un lugar en tu rutina diaria? Es verdad que según el momento y época del año estas nos apetecen más o menos, pero si les das una oportunidad es posible que descubras que realmente te gusta cómo te sientes después de una de ellas.
Lo que está claro es que te gusten más o menos frías, las investigaciones muestran que ambas, las duchas de agua caliente y las que no superan los 18ºC, tienen beneficios para la salud. Débora Nuevo, especialista en Medicina Interna en el Hospital Nuestra Señora del Rosario, señala que dependiendo de la zona corporal, conviene una u otra: «Por ejemplo, en los miembros inferiores se aconseja agua fría o como mucho tibia y el agua caliente si queremos aliviar tensiones cervicales o lumbares».
Esto es también que ambos baños, el de agua fría y el de agua caliente, tienen sus pros y sus contras. Déborah Nuevo explica que el agua caliente «produce vasodilatación, que puede abrir los poros de la piel para que salgan imperfecciones, pero es cierto que empeora el estado de las varices , que aumenten los edemas». Por tanto, la experta recomienda hacer duchas de agua templada y tirando a fría y alternarlas, es decir, nunca cambios bruscos en la temperatura: «No se aconseja cambiar repentinamente la temperatura del agua en nuestro cuerpo porque puede producir lipotimias».
Baños de agua tibia y fría
Seguramente sea solo en verano cuando nos atrevamos con el agua fría, ¿verdad? Este agua se recomienda cuando se encuentra entre los 8ºC y no supera los 22ºC y, como veníamos diciendo, dependiendo de la zona corporal, es aconsejable que el agua fría se deslice por nuestra piel: «Para las varices es muy aconsejable, por lo que de cintura para abajo es una genial idea», dice Déborah Nuevo. No ocurre lo mismo para el abdomen, que si bien no es bueno que el agua salga a presión, tampoco que esta esté a pocos grados.
Los baños de agua fría y tirando a tibia (entre los 22 y los 30ºC) hacen que nuestra circulación mejore, por lo que crea vasoconstrición, que quiere decir que la sangre fluya. El aumento de la circulación es una de las principales razones por las que los expertos recomiendan las duchas frías. Por tanto, si queremos dejar atrás la hinchazón en un momento dado, nada como una buena ducha con agua fresquita, y no por debajo de los 8ºC.
Balneario Castilla Termal Monasterio de Valbuena.
Sin ir más lejos, en Castilla Termal, cadena hotelera en Castilla y León y Cantabria conocida por sus tratamientos con aguas termales, la temperatura no supera los 25ºC. Con ello conseguimos no solo que la circulación sanguínea sea buena, también destensar los músculos y reducir la inflamación. Dado que el agua fría en esta temperatura tiene propiedades regenerativas, también ayuda a disminuir el dolor muscular después de entrenamientos intensos y a reducir el estrés. Este tipo de aguas son muy adecuadas en toda época del año porque los cambios estacionales pueden desestabilizar nuestro equilibrio hídrico y además aumenta nuestra hidratación.
Estos balnearios cuentan también con una línea cosmética disponible en sus cuatro hoteles (Olmedo, Burgo de Osma, Solares y Valbuena) para echar mano del agua termal. De hecho, ya son muchas las firmas de belleza que se ha sumado a lanzar sus productos dados sus beneficios .
«El agua tirando a fría es como un analgésico: nos produce endorfinas, varias sustancias que elabora el cuerpo que pueden aliviar el dolor y dar sensación de bienestar. Muchos spas y balnearios van alternando el agua fría y la tibia y, como hemos dicho, es mejor que el cambio se haga paulatinamente. A poder ser también que el agua fresquita empiece en los pies y vaya subiendo al resto del cuerpo», aconseja la experta.
Baños de agua caliente
Siguiendo los consejos de la experta en medicina interna, el agua caliente es ideal para aliviar tensiones musculares y contracturas cervicales o lumbares, aunque siempre se recomienda que el agua esté templada. Sin embargo, los baños de agua caliente no se aconsejan para combatir la hinchazón ni mejorar el estado de nuestras varices.
En cambio, estas son nuestras favoritas. ¿Por qué? Las duchas de agua caliente son una práctica común para la relajación muscular antes de ir a dormir, entre otros muchos momentos del día, porque activan el sistema nervioso parasimpático que nos cansa, aportándonos una relajación que invita a dormir o a sentirnos más cómodos.
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